La colaboradora no se parece en nada a la joven que conocimos en 2019, cuando apareció por primera vez en televisión. En este tiempo ha perdido 23 kilos y se ha hecho numerosos retoques.
Hace justo tres años, una tímida Rocío Flores (26) se sentó por primera vez como colaboradora en un plató para defender a su padre, Antonio David Flores (47), el cual participaba en ‘GH Vip 7’. En ese momento era una chica acomplejada por su peso, tal y como confesó, pero desde entonces ha sufrido una transformación total que se ha acentuado en el último año. En esta metamorfosis tuvo mucho que ver su participación en ‘Supervivientes 2020’, donde perdió 16 kilos.

Cuando volvió a Málaga, se propuso cuidarse y mimarse para cambiar aquello que no le gustaba y lograr la imagen con la que se siente más feliz e identificada. Muy disciplinada, Rocío ha perdido unos 26 kilos de peso, lo que se nota claramente en su estilizada figura. En primavera se sometió a una lipoescultura, que ha sido su última operación importante después de retocarse el pecho. «Simplemente, me he arreglado el pecho y he quitado lo que no me gustaba. Me encuentro bien conmigo misma», decía poco antes del verano, negando que fuera una adicta a la cirugía estética, tal y como comentaban algunas de las voces más criticas. De hecho, confesó que había sentido tanto dolor que no pasaría más por quirófano.
Rocío Flores a golpe de bisturí: POTENCIAR SU BELLEZA

Pero no solo su cuerpo es diferente, también lo es su rostro, que ya era muy bello antes. Ahora ha potenciado sus mejores rasgos y ha cambiado aquellos con los que no se sentía cómoda gracias a varias intervenciones estéticas, retoques y tratamientos. Así, se quitó un bulto de la nariz, relleno sus labios, se extirpó las bolas de Bichat para estilizar sus facciones y se ha inyectado bótox y ácido hialurónico en varias zonas del rostro. También se ha tatuado las cejas y se ha puesto extensiones de pestañas, además de cambiarse el color del pelo, optar por las uñas de gel y alinearse los dientes con ortodoncia invisible. El cambio radical de Rocío Flores
Por último, se ha sometido a tratamientos novedosos para eliminar líquidos y toxinas y mejorar la piel. En todo este proceso, Rocío se ha gastado una auténtica fortuna para conseguir el físico que siempre ha soñado, pero ha conseguido algo muy importante: sentirse bien y feliz.


Comentarista de todo esto de la prensa del corazón, llamémosle prensa rosa. Adicta al famoseo habitual de los programas de telerrealidad.
Deja un comentario