Manchas faciales: como mitigarlas

Con el paso de los años es probable que empecemos a notar imperfecciones en el rostro fruto de malos hábitos como el tabaco, el contacto excesivo con el sol o el envejecimiento de la piel.

Las manchas en el rostro son bastante habituales en las mujeres, sobre todo al llegar a cierta edad. Hábitos poco saludables como el tabaco o el contacto excesivo con el sol pueden desencadenar su aparición, aunque en ocasiones se debe simplemente al envejecimiento de la piel. ¿Por qué aparecen? La melanina es el pigmento que da color a la piel. Hay una serie de factores que contribuyen a su aparición y desarrollo:

Cambios hormonales. Pueden darse en el embarazo, por la toma de anticonceptivos o la menopausia. Estos cambios en el organismo pueden ocasionar estas antiestéticas zonas más oscuras. O Enfermedades. Aunque no tienen por qué ser graves, pueden ser signo de alguna dolencia.

Mala alimentación. No tener una dieta equilibrada y el déficit de nutrientes también pueden contribuir a su aparición.

Hay algunos trucos para intentar que no sean tan visibles y que el daño no vaya a más. El más corriente es utilizar protector solar todos los días, con independencia de la estación del año en la que nos encontremos porque los rayos del sol son perjudiciales ya sea verano o invierno. También existen algunos trucos caseros que funcionan en algunos casos leves.

Mascarillas. La de pepino y arcilla, además de ayudar a eliminar estos signos del paso del tiempo, es un excelente exfoliante para eliminar grasa facial e impurezas.

Crema blanqueadora. Hay fórmulas que se venden en farmacias y parafarmacias y también se pueden elaborar en casa, aunque debemos asegurarnos de que se trata de fórmulas supervisadas por expertos en la piel. I Incluir alimentos ricos en vitaminas A, C y E. Estos pueden ser, por ejemplo, espinacas, calabazas y aceites vegetales.

Rodajas de patatas. Al ser ricas en almidón, hacen que las manchas oscuras sean menos visibles. Además, la patata aporta luminosidad.

Moderar o dejar el hábito del tabaco. Es un factor del envejecimiento de la piel y, en particular, de la del rostro, muy sensible al humo de los cigarrillos.

Tomar el sol con moderación. También se recomienda salir siempre a la calle con una crema para el rostro específica que tenga protección solar.

Limpieza. Es importante que realicemos una adecuada limpieza de la piel a diario y la hidratemos. Es una de las fórmulas para mantenerla más joven y elástica.