Rafa Nadal hace historia en el mundo del tenis

Muy familiar, fiel a sus amigos y solidario, el mallorquín, que acaba de convertirse en el tenista con más títulos de todos los tiempos tras ganar el Open de Australia, también conquista a todos por su personalidad y su gran humildad,

En la historia del deporte, muchos llegan a ser héroes, pero solo unos pocos elegidos se consagran como dioses. Y, sin lugar a dudas, el último en acceder a lo más alto del olimpo con todos los honores ha sido Rafael Nadal (35), tras convertirse en el tenista masculino con más títulos nada más y nada menos que 21 Grand Slams en total y en uno de los mejores deportistas de todos los tiempos.

Una gesta que ha conseguido después de ganar el Abierto de Australia contra todo pronóstico, pues, tal y como él mismo declaró durante el torneo, la lesión que le ha mantenido alejado de las pistas durante siete meses no tiene solución y en diciembre paso el coronavirus «con síntomas duros».

Todo ello confirma que Nadal es todo un ejemplo de esfuerzo, de sacrificio, de inteligencia y de superación. «Ha sido mi triunfo más inesperado y sorprendente», aseguraba emocionado tras proclamarse campeón del torneo en Melbourne, al mismo tiempo que explicaba que los ingredientes de su éxito no son otros que «amor por el juego, pasión y espíritu de trabajo. Característica que junto con su sólida ética y su personalidad le han llevado a ser el jugador de tenis más laureado. Algo a lo que, sin embargo, no parece dar mucha importancia.

«Solo sé que me siento muy afortunado de poder hacer lo que me gusta. No me preocupa mucho si soy o no el mejor de la historia», asevera con su habitual humildad. Sin duda, una de las cualidades por las que ha conquistado no únicamente las canchas, sino a todo el mundo.

Y es que detrás de una gran leyenda siempre hay un gran hombre, y esta más que claro que Rafa lo es. Razón por la que sus triunfos son aún más alabados y por la que es uno de nuestros mejores embajadores.

MUY UNIDO A SUS RAÍCES

Uno de los aspectos que más enamoran de Nadal es que continúa siendo el mismo chico sencillo, tranquilo y amable que nació hace 35 años en Manacor, la ciudad en la que se crio y en la que esté su hogar.

«Para mí, regresar a Mallorca significa volver a una vida normal, y eso me hace feliz. No soy solo Rafa Nadal, el tenista, sino el ser humano»>, explica. Y, aunque es consciente de que si viviera en otro lugar «ganaría mucho más dinero», siempre ha descartado mudarse: «Hacerlo podría suponer un alto coste porque todas las personas que quiero están en Manacor».

Y es que en sus raíces nace su verdadera fuerza. No en vano los miembros de su familia son los principales responsables de que mantenga los pies en la tierra. Tal y como ha reconocido alguna vez, «sin ellos no hubiera hecho nada». Tanto es así que sus padres, Sebastián y Ana Maria, y su hermana Maribel le acompañan en sus citas más importantes. Al igual que su gran amor y su faro de «tranquilidad», Mery Perelló (33), con la que se casó en 2019 tras 14 años de noviazgo y con quien, según ha confesado, le gustaría ampliar pronto la familia:

«Me encantan los niños. Mi idea era tenerlos cuando me retirase, pero es que yo pensaba que seria a los 30 y se ha alargado».

BUENA PERSONA

Por otro lado, el tenista también destaca por ser muy fiel a sus amigos. Tanto a los de toda la vida, con los que va de vacaciones todos los veranos, como a los de su equipo deportivo, con Carlos Moya (45) al frente, a quienes está muy unido. Y es que siempre se puede contar con Rafa.

Buena prueba de ello es también su faceta solidaria, como bien ha demostrado muchas veces, ya sea ayudando en las inundaciones de 2018 en Mallorca o a través de su fundación. Según admite, lo que más le gustaría por encima de todo lo demás es ser recordado como una buena persona». Y no hay duda de que va por el buen camino para lograrlo.