Las disculpas de Victoria Abril protagonizaron la primera cita de cine del año, en la que reinaron el rojo y el negro y las medidas preventivas sobre la alfombra.
Al contrario que los Globos de Oro, que se celebraron telemáticamente, los Premios Feroz si se entregaron de modo presencial y disfrutaron de la presencia de los actores españoles del momento vestidos de gala para la ocasión; Entre ellos, Candela Peña (47), Megan Montaner (33), Natalia de Molina (30), Elena Irureta (65) o Mario Casas (34). No obstante, la alfombra -en la que triunfaron el negro y el rojo- y la ceremonia estuvieron marcadas por el coronavirus. Y es que ni faltaron las mascarillas en los invitados ni tampoco las menciones a la pandemia durante la entrega de galardones, que este año no fue una cena, sino una gala al uso en un teatro con la distancia correspondiente entre los asistentes y sin besos de celebración, como le a Verónica Echegui (37) tras ganar su Feroz de actriz de reparto, que se tuvo que conformar con abrazar a su pareja, Alex García (39). Tan solo Pilar Castro (50), maestra de ceremonias de la velada, y los presentadores de los premios, como Loles León (70), Jorge Sanz (51) y Paco León (46), mostraron su rostro sobre el escenario.
«ME VOY A CLAUSURAR»
Quien tampoco cubrió su nariz ni su boca, tal y como había advertido, fue Victoria Abril (61), que precisamente por ese motivo no pasó por la alfombra roja. La actriz salió a recoger su Feroz honorífico con un brillante vestido plateado y una mascarilla en la muñeca, y comenzó su discurso de agradecimiento pidiendo perdón por la polémica surgida a raíz de sus declaraciones sobre el covid-19.
<<Siento mucho y pido disculpas si en la rueda de prensa hablando sin filtros de los vivos he ofendido a los que han perdido a sus seres queridos. Os juro que no ha sido mi intención y para mí todas las vidas cuentan. Creedme, por favor»,
Además, la actriz insistió en que había «infravivido» durante todo este año. Por último, también anunció que piensa retirarse hasta que pase la pandemia. «Durante esta variante y la que venga, me voy a clausurar. Si me necesitéis, silbad, que subo: todo lo que necesitamos es amor», concluyo.
Deja una respuesta