Además de llamar «cría» a Ana Soria, la persona que se hacía pasar por ella en Instagram, llegó a asegurar que Luis Miguel, con quien se la relaciona, le había regalado un anillo de compromiso.
Paloma Cuevas (50) ha sido, muy a su pesar, protagonista de una desagradable polémica tras ser suplantada en las redes sociales, tal y como ha denunciado la propia diseñadora a través de su agencia de comunicación.
El escándalo se desató a raíz de la publicación de un mensaje que supuestamente habría escrito la cordobesa en Instagram en el que critica a la actual pareja de su exmarido, Enrique Ponce (50), y alude en tono despectivo a Mercedes Villador (42), una modelo que mantenía un romance con Luis Miguel (52), con quien se ha relacionado con la propia Cuevas este verano.
«Si su exmarido lleva años con una cría (haciendo referencia a Ana Soria)… Luis Miguel le ha dado el anillo a Paloma. Todos los amigos sabíamos que era el amor platónico, que siempre fue ella, y ahora está libre. Lo siento, Mercedes, ese anillo no era para ti».
EXPRESIONES LLAMATIVAS
Enseguida, algunos medios se hicieron eco del supuesto mensaje, aunque a muchos les sorprendía que ni el tono ni las expresiones se correspondieran con la forma de ser y de comunicar de la hija de Victoriano Valencia (89), quien hasta ahora ha preferido guardar silencio sobre su comentada separación matrimonial y los rumores de romance con el artista mexicano. Para aclarar todo, la representante de Paloma explico poco después que la empresaria había «sido víctima de una suplantación de identidad y manipulación» que han puesto en maños de sus abogados «para depurar responsabilidades».
Desde el entorno de la economista reconocen que está afectada con el asunto, ya que no entiende por qué la meten «en temas que no tienen que ver con ella», según han revelado a ‘Vanitatis’. Quienes conocen bien a la diseñadora también están sorprendidos con todo el revuelo, aunque la creen firmemente, puesto que, pese a ser protagonista de noticias de calado, hasta la fecha ha preferido mantenerse al margen y no comentar. Lo que no niegan es que todo esto «es una faena» para ella, aunque su manager se muestra firme y anuncia que llegaran «hasta el final» para descubrir al culpable.
Mientras, y con el perfil bajo que siempre la ha caracterizado, su entorno confirma que ella va a seguir «centrada en su familia, en cuidar a sus padres y en su trabajo y sin dar que hablar». En lo que no ha querido entrar es en sí su tan rumoreado romance con el Sol avanza bien o sus encuentros estivales no han dado pie a nada más entre ellos.
Comentarista de todo esto de la prensa del corazón, llamémosle prensa rosa. Adicta al famoseo habitual de los programas de telerrealidad.
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