Retorcida, desagradecida, victimista o fingida son solo algunos de los calificativos que le han dedicado los colaboradores, con Jorge Javier a la cabeza, que es él más critico con ella. «Está demostrando que ha perdido la chaveta», asegura el presentador.
Rosa Benito (66) no deja indiferente a nadie, y poco queda de la tímida madre que apareció por primera vez en la televisión, allá por 2004, como defensora de su hija, Chayo Mohedano (42), en ‘GH VIP’. La alicantina tenía madera de estrella, algo ‘que vieron en ‘El programa de Ana Rosa’, que la contrato como colaboradora poco antes de que su cuñada, Rocío Jurado, enfermara.
Pero, sin duda, su verdadero salto al estrellato fue en ‘Sálvame’, el espacio vespertino en el que vivió grandes tardes, tanto alegres como tristes. En 2016, y tras seis años formando parte del equipo, la peluquera decía adiós para siempre, y poco después pronunciaba una de esas frases grandilocuentes que ya forman parte de la historia de la televisión y de la suya propia, y que a muchos les recordó a la temperamental Escarlata O’Hará en ‘Lo que el viento se llevó’: «Antes de volver a las escaleras de ‘Sálvame’, me corto las piernas».
«LA HIZO UN PERSONAJE»
Contra todo pronóstico volvió, pero a la edición ‘Deluxe’, y, por fortuna, sin cumplir su promesa. Esta solo fue una de las muchas contradicciones en las que ha incurrido en su vida televisiva y que ahora le están pasando factura.
Después de estar un tiempo alejada de la televisión, en 2019 Fichó por ‘Ya es mediodía‘, y la docuserie de Rocío Carrasco (44) la puso de nuevo en el centro informativo, enfrentándola a los que en otra época fueron sus compañeros y depositarios de sus anhelos, secretos y confidencias.
Lo cierto es que Rosa nunca ha ocultado que su final en ‘Sálvame’ no fue del todo agradable e incluso culpa al programa de haber dinamitado su matrimonio con Amador Mohedano (68), pero esto no es excusa, según muchos compañeros, para que siempre intente «echar por tierra» la que fue su casa y que los «desprecie», en palabras de Jorge Javier Vásquez (51), que es él más critico con la actitud de la alicantina.
Así, en su blog semanal, el presentador aseguraba con dureza: «; ¿Podría decir que Rosa Benito es mala persona? No tengo suficientes elementos para asegurarlo.
¿Podría afirmar que es una persona retorcida? Sí. Con todas las letras» Y, como ejemplo, señala el mensaje que la colaboradora ha colgado en sus redes sociales en el que se alegra de la buena audiencia de un espacio de la competencia y le advierte de que es una crítica hacia Telecinco, que es la cadena que le paga el sueldo a ella y a muchas personas más. Tachando esta actitud de poco profesional, reflexiona sin pelos en la lengua
«Está demostrando que ha perdido la chaveta. Porque, por mucho que le escueza que un programa no le rinda pleitesía, no debe olvidarse de que ese programa también la salvó de su ruina económica. Que la apoyó durante muchísimos años. Que si no hubiera sido por ese programa que tanto detesta su vida habría sido más incómoda.
‘Sálvame’ la convirtió en un personaje de primera línea. Primero, porque advirtió en ella madera, desde luego. Y no nos equivocamos. Rosa se entregó y el programa a ella, y los dos salieron beneficiados», escribió, asegurando que Benito «vive en el resentimiento» y aprovecha lo que sea para criticarlos.
SONRISAS Y LÁGRIMAS
Lo cierto es que desde que Rocío Carrasco decidió contar sus vivencias, su tía ha contestado a todo lo que ha considerado oportuno y con una congoja que llevó a Jorge Javier a llamarla en tono jocoso «la viuda de Rocío Jurado». Un apelativo que molestó sobremanera a la alicantina, que contestó dolida. «Me pareció vergonzoso.
Y más vergonzoso fue que Rocío se riera», comentó indignada. Jorge Javier, en su tono irónico, se disculpó de esta manera: «Me equivoqué, lo que quería decir era ‘la cuñada viuda’». Esto solo fue el comienzo de una serie de reproches hacia la peluquera que no han cesado, ya que ella sigue alimentando la polémica desde ‘Ya es mediodía’, donde da rienda suelta a todo su carácter, en el que la pasión, las lágrimas y las risas se mezclan con las grandes frases que irritan y hacen sonreír a sus compañeros a partes iguales.
Pero si algo ha molestado a Jorge Javier ha sido que le llamara «ese señor, como si no le conociera, y esta declaración «He dado mucho a esta casa, he dado mi vida, si estoy aquí es por mi vida. Cuando ‘Supervivientes‘, me volví loca.
Que luego viene todo lo que viene y tiro para adelante». No ha sido una, sino varias, las veces que la Benito ha manifestado el gran sacrificio que ha hecho por la cadena y el de Badalona le recuerda que nadie es imprescindible en televisión y que, si ella ha dado, también le han pagado un buen sueldo, con lo que pone de manifiesto que le parece una desagradecida.
“Cuando una persona es capaz de pronunciar una frase así, es que ha perdido el norte. Nada le parecerá lo suficiente, nunca se vera recompensada», asegura el catalán, que también alaba la enorme capacidad que tiene Rosa para la interpretación. Tanto es así que los videos que emiten en el programa sobre Rosa están plagados de sus mejores momentos, dramáticos y divertidos, con frases que ya son míticas como: «; Que te arrastro!», «este es mi momento», «la cámara para mí» o «mis hijos son míos que los he parido yo con dolores».
También se refieren al espacio donde Rosa trabaja ahora como ‘Ya es el drama’ o aseguran que desde hace semanas no sale al plato «sin unos pañuelos de triple capa». Un cachondeo generalizado que solo pretende subrayar el carácter para mucho teatralizado de la alicantina, a la que su propia sobrina Rocío calificó como una «veleta» que cambia de opinión «según le dé el aire».
Y lo cierto es que eso es algo en lo que coinciden la mayoría de sus excompañeros, que recuerdan las numerosas contradicciones en las que ha incurrido hablando de su familia política.
«COSAS ESPELUZNANTES»
No en vano sus antiguos ‘amigos’ la conocen muy bien por haber compartido casi una década de trabajo, pasillos y platos. Pero, además de las vivencias de todos ellos, hay algo en los medios de comunicación que es implacable, y no es otra cosa que el archivo, con el que resulta muy sencillo comprobar cuáles fueron las manifestaciones de Rosa en el pasado.
Y es que la peluquera ha hablado mucho, tanto delante como detrás de las cámaras. «En las reuniones soltaba cada cosa que… no me hagas hablar, decía cada intimidad… y no solo soy yo el testigo», ha afirmado Kiko Hernández (45) cuestionando su cercanía actual con Gloria Camila (26) cuando hace años hablaba en malos términos de Ortega Cano (68).
Un extremo que confirmaba Kiko Matamoros (65), que, si bien cree que es una colaboradora valiosa, aseguró que hacía comentarios sobre su familia «espeluznantes» y que filtraba información cuando su cuñada estaba en Houston. «Rosa era la tonta útil, utilizada para transmitir información interesada.
No estuvo acertada, pero no creo en su mala fe. Aunque hizo muchos comentarios espeluznantes de la familia Jurado en ’Salvame’», aseveró destacando, por otra parte, la capacidad que tiene de «teatralizar y amplificar los estados de ánimo», algo en lo que todos coinciden, tachándola de actriz de manera despectiva.
Maria Patino (50) también ha sido muy dura con ella, ya que piensa que pretende mostrarse como una «víctima» del programa y cree saber qué es lo que se esconde tras su actitud. «Al final hay detrás un ’yoismo‘ importante, una necesidad de reconocimiento», asegura. Pese a ello, no la considera su enemiga ni supone que sea mala persona.
La misma opinión tiene Miguel Frigenti (35), quien cree que todo forma parte de una estrategia de la ex de Amador: «Rosa se victimiza para desviar el resto de los temas». Y, mientras, la Benito insiste en que siempre ha defendido a Rocío Carrasco recordando una y otra vez que ella solo cuenta sus vivencias. En el fondo de su resquemor hacia ‘Sálvame’ -que apoya sin fisuras a la hija de la Jurado subyace el trato que le dieron a cambio y que motivó su salida del espacio.
«Machacaron a mi hija», ha comentado en más de una ocasión, algo que parece evidente que no ha perdonado. Precisamente, Jorge Javier apunta a que este es uno de los principales problemas de Rosa, que creía que Chayo seria «la sucesora natural» de su cuñada y esto no ha sucedido. Una opinión que no habrá gustado a la Benito, que, por el momento, ha preferido enterrar el hacha de guerra y dejar a un lado sus diferencias con el programa que, haciendo honor a su nombre, si la salvé.
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