Desde la muerte de Álex Lequio hace a casi un año, Ana Obregón (66) se ha volcado aún más si cabe en el cuidado de sus padres, que son muy mayores.
De hecho, la presentadora ha vivido unos días de angustia después de que Ana Maria, la matriarca de la familia, tuviese que ser ingresada. A sus 95 años, su salud es delicada y este ingreso hizo saltar todas las alarmas, pero afortunadamente todo parece haberse quedado en un susto. Así lo ha confirmado la actriz a través de sus redes con una foto de ambas y un mensaje de tranquilidad «Mi madre está estable y mejorando».
Aun así, para Ana ha sido una dura prueba recorrer de nuevo los pasillos del centro hospitalario que le trae tan malos recuerdos: «Ha sido como una vuelta al infierno, rememorando los últimos meses que pasé allí viendo sufrir a mi niño». Pero Obregón ha sacado fuerzas de flaqueza para cuidar a su progenitora, ala que ha mandado un tierno mensaje: «Que sepas que te tengo agarrada de las manos muy fuerte porque be necesito a mi lado más tiempo».
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