El marido de la infanta Cristina (56) esta cada vez más cerca de conseguir la ansiada libertad condicional Instituciones Penitenciarias le ha dado permiso para no tener que pernoctar en el centro de reinserción de la cárcel de Zaballa, en Álava, dado su buen comportamiento y el cumplimiento de un programa para presos por delitos económicos.
De esta forma, Urdangarin (53) podrá dormir cada noche en casa de su madre, en Vitoria, a pocos kilómetros de la prisión. Exento también ya de la pulsera de vigilancia, se le ha concedido el derecho a pasar algunos días de permiso en Ginebra con su mujer y su hija Irene (16), por quien dicen que el exjugador de balonmano siente debilidad.
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