Así son, verdaderamente, las «Experiences» que propone American Express, eventos exclusivos y únicos para sus titulares que se hayan convertido en embajadores, es decir, que hayan recomendado la tarjeta American Express a alguno de sus conocidos dentro de su programa «Entre Amigos». La de hace unos días fue la cita número 11 de las organizadas en Madrid. Y fue una de las más especiales. La Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de la capital, se transformó en un auténtico «gourmet market», un exquisito mercado callejero y global con las propuestas más cuidadas y cosmopolitas, en lo sólido y en lo líquido.
Para recorrerlo, de puesto en puesto, American Express ideó un pequeño pasaporte para todos los invitados, un documento cuyas páginas reflejaban el contenido de cada espacio y que se iba sellando en cada parada. A la entrada, en un gran escenario, se anunciaba una interesante agenda de intervenciones de reconocidas figuras de la gastronomía. José Carlos Fuentes, cocinero de El Club Allard, con una estrella Michelin, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida.
«Soy del Mediterráneo y mi cocina lo refleja –dijo– pero le doy un toque asiático con todo lo que aprendí trabajando cuatro años en Tokio, una ciudad que me fascinó». Fue la mejor definición de su labor y de lo que elaboró esa noche, reflejo también de lo que sirve, día a día, en el restaurante al que llegó hace aproximadamente un año y al que ha aportado su personal visión de recetas clásicas.
Sus cuatro tapas fueron las favoritas: una rica coca de atún con mahonesa de soja; un explosivo bao de papada ibérica o ternera a baja temperatura con kimchi y caviar cítrico; un bacalao noruego sobre una base crujiente con huevas de trucha y chipotle, o un nabo japonés con algas y huevas de pez volador. Maridaban a la perfección con los exquisitos caldos de Vega Sicilia, marca líder en prestigio y excelencia, tanto con el tinto Valbuena 5º, un Tempranillo con cinco años de crianza, de ahí su nombre, como con el Mandolás 2017, el vino blanco seco de la mítica región húngara de Tokaj con fermentación en barrica. Jon Andoni Rementería, campeón nacional de sumilleres 2018, guió interesantes catas.
Los cerveceros disfrutaron de la amplia gama de referencias artesanas de Cerex. Esta marca extremeña, galardonada cinco veces en los Superior Taste Awards, llevó su Pilsen 5, su modalidad de cereza y la curiosísima Ibérica de Bellota, producida a partir de este fruto.
El caviar de Riofrío, el primero ecológico del mundo, fue otro de los protagonistas. Diego Gallegos, el llamado chef del caviar, es experto en potenciar sus muchos matices y así lo hace con excelentes creaciones en su restaurante malagueño Sollo y también aquí, donde los asistentes pudieron degustar varios bocados. Las burbujas del champán G.H. Mumm Cordon Rouge, emblema de la bodega de Reims, refrescaban el paladar y resultaban irresistibles con las huevas de esturión y con el jamón ibérico de bellota Domingo Palacios, de Jabugo y de Guijuelo, cunas de esta joya. Los cinco quesos de la quesería El Bucarito, azul, Gouda y una variedad de curados y semicurados de la cabra gaditana de raza Florida, autóctona de la zona, eran el previo idóneo para los arroces Socarratt, de carne y de pescado.
¿Y de postre? Antes de un buen gin tonic de la ginebra cántabra Siderit, que también trajo su vermú, la periodista especializada Helen López eligió, diseñó y explicó una cajita de cuatro chocolates que se entregó a cada asistente. El final más dulce para un rico viaje.
American Express es experta en sorprender a sus clientes ofreciéndoles un acceso privilegiado a este tipo de eventos exclusivos, diseñados «ad hoc» para ellos. Sus titulares ya han podido disfrutar de otras citas como una actuación especial del Cirque du Soleil, un «showcooking» con Dani García y Ángel León en el Jardín Botánico de Madrid, un recital privado de ópera en el Teatro Real o un show de Leo Harlem, entre otros muchos. Además, el programa de puntos de American Express «Membe- rship Rewards» es otra de las principales ventajas de la tarjeta, ya que cada euro que se gasta suma puntos que pueden ser canjeados por viajes, tarjetas de regalo o incluso para cualquier compra realizadas con la tarjeta American Express.
La Razón
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