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Tamara Falcó da un paso más en la relación con su novio

Tamara Falcó da un paso más en la relación con su novio

La hija de Isabel Preysler no solo es una más en la familia de su chico, Íñigo Onieva, sino que también comparte con él el piso que ha alquilado en el centro de la capital.

Corren buenos tiempos para Tamara Falco (39), que, además de triunfar en el ámbito profesional, ha logrado lo que tanto ansiaba: encontrar la estabilidad sentimental. Y es que ya lleva medio año de feliz noviazgo con Íñigo Onieva (31), el joven diseñador de coches que le ha devuelto la ilusión y la fe en el amor. Desde que le conoció, la marquesa de Griñón no puede borrar la sonrisa de su rostro, la misma que luce en la primera foto que ha publicado su chico con ella en sus redes sociales y que es de lo más significativa, ya que en ella Íñigo ha querido presumir de las mujeres de su vida y junto con la sonriente pareja aparecen también la madre y la hermana del joven, la actriz Alejandra Onieva (28). Una fotografía familiar que demuestra que la colaboradora es una más en su familia política, que parece haberla acogido con los brazos abiertos. Lo mismo ha sucedido a la inversa, ya que Isabel Preysler (70) está encantada con su nuevo yerno porque ve a su hija feliz. «Es un chico muy simpático. Los veo muy bien juntos», ha confesado.

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SU NIDITO DE AMOR

La pareja, además, parece seguir el dicho popular de «despacito y con buena letra» y paso a paso van afianzando su relación. De ahí que ya compartan el ético dúplex que Tamara ha alquilado en uno de los barrios más de moda del centro de Madrid. No solo se los ha visto entrar juntos al edificio con bolsas de la compra, sino que Íñigo tiene sus propias llaves, que utiliza cuando regresa de practicar ejercicio por la zona. Por su parte, es habitual ver a Tamara paseando a sus dos mascotas por las calles aledañas, lo que demuestra que, aunque en un principio se comentó que podría haber alquilado este inmueble para utilizarlo como oficina, en realidad es su nuevo hogar y el nidito de amor donde la pareja está viviendo estos primeros meses de relación. Quizá el paso previo al sueño que siempre ha tenido la joven y que nunca ha ocultado: casarse y formar una familia.


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