Rosa López muy dolida con Chenoa

La cantante granadina reconoce que le hubiera gustado asistir a la boda de su compañera de ‘operación Triunfo’ y que sintió «envidia» de los compañeros que fueron. «Si me casara, yo si la invitaría», confiesa con cierta tristeza.

La Real Academia de la Lengua Española define así la amistad: «Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato». Y esto es precisamente lo que parecía haber entre Rosa López (41) y Chenoa (47), algo que ahora ya no está tan claro después de que la mallorquina de adopción decidiese no invitar a la granadina a su boda con Miguel Sánchez Encinas (53).

Una ausencia que ha sido lo más comentado, además del enlace en sí mismo, y que ha evidenciado que su relación no parece pasar por el mejor momento o, al menos, no es tan idílica como públicamente parecía. Tras la boda de Laura, todas las miradas se dirigieron a su compañera, que intentó mostrarse políticamente correcta en sus explicaciones.

Pero su desparpajo y naturalidad dejaron entrever la gran decepción y el dolor lógico por haber sido excluida en uno de los días más especiales de su amiga. «Estaba preciosa. La quiero muchísimo y yo, con verla feliz, esté cerca o lejos, ya está», aseguraba la artista en un evento sin poder ocultar
cierto resquemor al reconocer que le habría encantado vivir ese día junto con Geno (40), Gisela (43), Natalia (39) y Alejandro (44), quienes, al contrario que ella, si recibieron la invitación para viajar hasta Mallorca.

«Me hubiera gustado ir. Cada uno tiene que hacer su boda como quiera y eso es respetable. Pero es verdad que me han dado envidia los compañeros que han ido», contó con sinceridad, emplazando a la prensa a que consulte con la ya esposa de Encinas. «Sobre mi ausencia, se lo preguntáis a ella, que os va a responder mejor que yo», expresaba, lanzando, de paso, lo que muchos han interpretado como un dardo directo a su compañera: «Si me casara, yo si la invitaría».

LO DABA POR SENTADO

Lo cierto es que llama la atención que Rosa no formara parte de la lista de elegidos y si lo hiciera otro ‘triunfito’ con el que, a priori, la novia no parece tener tan buena relación. Se trata de David Bustamante (40), que no pudo acudir por cuestiones laborales. ¿Cómo no iba a estar invitado? Sí, sí. Lo que pasa es que por trabajo me ha sido imposible ir. Así que le deseo lo mejor a ella y a su chico, que me cae superbién», confirmó el ex de Paula Echeverría (44) a la prensa.

Ese «cómo no iba a estar invitado» es lo que a buen seguro también se preguntó Rosa, que en el mes de mayo se mostraba convencida de que Chenoa iba a contar con ella en ese día. «No he abierto el buzón para ver si me ha llegado», contestaba a la prensa hablando sobre una supuesta invitación que, está claro, nunca recibió.

«Laura es una tía muy especial, que lo que hace es que nos llama», decía para excusar a su amiga explicando que cuando tenía un evento importante la llamaba por teléfono. Incluso se aventuraba a anunciar que no sabía si podría acudir al enlace porque estaba «grabando cosillas». Declaraciones, todas ellas que apuntan a que nunca pensó que se quedaría fuera de la lista de invitados y que ahora provocan hasta una cierta ternura.

ALGO «ÍNTIMO»

La razón a la que todo el entorno de Chenoa alude, ya que ella no se ha pronunciado sobre este espinoso asunto, es que al aplazar hasta en dos ocasiones su boda por la pandemia sanitaria ha ido cambiando sus planes, al igual que hizo con el boceto de su traje de novia, que era muy diferente al que ideó en un primer momento.

«Antes de la pandemia quería hacer algo grande. Ahora sé que será algo más íntimo, más pequeño, por circunstancias lógicas. Los dos tenemos familiares muy mayores y queremos protegerlos», confirmó la flamante novia poco antes de la gran fecha. Adelantándose al revuelo que sabía que se iba a organizar con este tema, la cantante también anunciaba que haría otra celebración aparte con los compañeros de ‘Operación Triunfo‘ que no acudieran a su enlace.

«Tengo pensado organizar una cena con ellos en algún momento para celebrarlo, pero será una boda íntima y no podré invitarlos a todos», aseguro. Una cena de la que tampoco saben nada los ‘triunfitos’ que se quedaron ‘compuestos y sin boda’ y que quizá convoque cuando regrese de su luna de miel.

De celebrarse, seguro que nos enteraremos por sus redes sociales, ya que la primera interesada en cumplir con su promesa será la propia Chenoa.

La gran pregunta que todo el mundo se hace es: ¿por qué la argentina no ha invitado a Rosa? En este sentido, el único que se ha atrevido a arrojar algo de luz sobre el tema ha sido el periodista Iván Reboso, que en ‘Ya son las ocho’ explicó que ambas se tienen cariño, pero «no son amigas», ya que la ganadora de la primera edición de ‘OT’ suele desaparecer cuando está trabajando en un proyecto musical o una gira.

«Rosa es una persona que, cuando necesita promoción profesional, pide ayuda, pero luego se olvida de los demás, y eso es algo que a Laura no le gusta… Si no está para lo malo, tampoco va a estar para los momentos felices», aseguró el colaborador, que tampoco descartó que volvieran a retomar una amistad que parece perdida, ya que, según contó, Chenoa también estuvo varios años sin hablarse con Geno y con Natalia, y ahora las dos han acudido a la boda. Todos ellos se conocieron hace 21 años en ‘Operación Triunfo’, el concurso que significó su trampolín hacia la fama.

La mayoría forman parte de un chat de WhatsApp con el que permanecen en contacto y han quedado en varias ocasiones para cenar o disfrutar de un fin de semana en una casa rural. Quedadas de las que han dado buena muestra en sus redes sociales, para el deleite de sus fans. Y, casualidad o no, en todas ellas están presentes, Rosa y Chenoa mostrando una gran complicidad.

NO CONOCÍA AL NOVIO

En cambio, no hay ninguna imagen del ya esposo de la argentina con la granadina y, cuando Chenoa se le presentó oficialmente a sus amigos en una cena en Madrid, la ganadora de la primera edición de ‘Operación Triunfo’ no estuvo presente. Por lo que no es mucho aventurar que podrían llevar al menos un par de años distanciadas.

No en vano, Rosa reconoció que se enteró del compromiso de su amiga por la prensa y que no la había llamado para interesarse o felicitarla, que hubiera sido lo lógico. Asimismo, admitió que tampoco conocía en persona al médico que ha enamorado a su compañera y solo lo había visto en las revistas: «Es muy guapo, es un tío interesante. No lo conozco, pero me gusta para mi Laura. Si ella es feliz, ya está, y el igual».

Unos comentarios que llamaron la atención dada la gran amistad que parecía unirlas y sobre los que después hizo una aclaración. «Chenoa era mi amiga, lo sigue siendo como mis otros compañeros. Porque como es una amiga nunca me va a sentar nada mal. Cuando yo a mis amigos los quiero, me da igual», dijo formulando un verbo en pasado en la primera frase, «era mi amiga», quizá, traicionada por el subconsciente.

El último retazo que puede ayudar a dibujar el perfil de esta relación lo dio Chenoa en sus redes después de que Rosa concediera una entrevista a Jordi Evolé (47) en la que abrió su corazón como nunca y relato las luces y sombras de su Vida. «Quitarse la armadura ayuda a vencer batallas», escribió la argentina en sus redes tras la emisión del reportaje. Ahora tendremos que esperar a que Chenoa resuelva este enigma. Conociéndola, seguro que lo hará con toda la sinceridad que la caracteriza.