“QUE ROCÍO Y SUS HIJOS LO ARREGLEN”
Desde Honduras, la mujer de Antonio David ha hablado sobre la situación familiar y pide a la Carrasco que se preocupe por los niños. «Son suyos, no míos», insiste.
Aunque Olga Moreno (45) comenzó su aventura en Supervientes intentando que el sobrecogedor relato de Rocío Carrasco (43) no afectara a su experiencia en el concurso, la andaluza ha aprovechado la oportunidad para dejar claro su apoyo incondicional a su marido, Antonio David Flores (45). Al borde de la playa y preguntada por Marta López (47), que quiso saber si en su casa se criticaba a la hija de Rocío Jurado, la empresaria fue tajante: «En la vida se ha hablado mal de la otra persona; le hemos tapado mogollón de cosas, pero los niños se hacen grandes y ellos mismos se dan cuenta». En este sentido, y a pesar de que en el documental Carrasco acusa al ex guardia civil de haber manipulado a sus-hijos su contra, la sevillana aseguró que tiene «la conciencia supertranquila».
«ES INHUMANO»
La curiosidad de Marta López fue más allá y quiso contrastar la versión que dio Rocío Flores durante su paso por Honduras para confirmar si la joven había intentado ponerse en contacto con su progenitora. Y la respuesta fue contundente: «Sí, la ha llamado, pero ella o no le cogía el teléfono o ha terminado colgándole». Yendo un poco más allá, Olga quiso exponer sus sentimientos acerca de este conflicto y se dolió de la falta de comunicación entre madre e hijos con un mensaje directo a la ex de su marido: «Que llame por teléfono y que se siente, con los dos, tienen que arreglarlo y estar bien». Emocionada, reconoció que toda la situación le parece «inhumana» y cree necesario que Carrasco «ponga solución»: «Que se preocupe solo por esos dos niños, que son suyos, no míos». Para terminar, quiso insistir en que ni Rocío ni David (22) 1a llaman ‘mama’. «Me llaman ‘Oa’. Yo lo único que he hecho ha sido disfrutar de esos niños, que son para disfrutar», aseguró.
LA FAMILIA QUE LE ESPERA FUERA
La empresaria lleva 21 años con Antonio David y, aunque tienen una hija en común, Lola, de 9 años, no oculta el vínculo tan especial que la une a los hijos de su marido. Nada más llegar al reality explicó cuál era su mayor deseo: «Que mi familia sigamos unidos y felices, igual que lo hemos estado hasta ahora».
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