A la espera de su declaración ante el juez por comisiones millonarias en la compraventa de material sanitario, asegura que «no hay irregularidad alguna» y se lamenta del juicio paralelo que está sufriendo.
En menos de una semana, Luis Medina (41) ha pasado de ser uno de los solteros de oro más deseados de la ‘jet set’ patria a protagonizar un sinfín de titulares poco agradables. El motivo ha sido la querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción contra él y el empresario Alberto Lucerio por las comisiones millonarias en la compraventa de material sanitario para el Consistorio madrileño.
A pesar de que está acusado de los presuntos delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales y que deberá declarar ante el juez el 25 de abril, el Segundo hijo de Naty Abascal (79) y el duque de Feria se muestra «tranquilo», ya que considera que «no hay irregularidad alguna» en el proceso. «Tengo un contrato legal, yo solo he cobrado por mi gestión», se defiende.
NERVIOS EN LA FAMILIA
Muy sincero, el hermano de Rafa Medina (43) ha querido dejar claro que lo único que le interesa ahora «es declarar ante el juez y demostrar que no se hizo nada ilícito» porque, en su opinión, se ha visto sometido a un juicio paralelo. «Ya estoy condenado mediáticamente», ha reconocido enfadado, no sin antes mostrarse especialmente critico con la orientación política de la Fiscalía.
Menos tranquila se siente su progenitora, Naty Abascal, que guarda silencio, aunque, según afirma su círculo más cercano, «tiene los nervios a flor de piel». Eso si, algo que alivia a Luis es saber que tanto ella como su hermano y su cunada, Laura Vecino (43), le apoyan, aunque esta última ya ha dejado claro que no sabían «nada».
Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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