Menu

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin anuncian su separación

Tras haberlo dado todo por él enfrentándose a su familia, Iñaki Urdangarin ha iniciado una relación con otra mujer, Ainhoa Armentía, y ya se deja ver con ella. «Ha sido el peor golpe de su vida, pero se está levantando», afirma una amiga.

Dicen que el amor puede con todo y esto es algo por lo que ha luchado a capa y espada la infanta Cristina (56), que, pese a estar destinada a tener una vida de cuento, conoció en primera persona el infierno cuando su marido, Iñaki Urdangarin (56), fue imputado por varios delitos que le llevaron a él, y también a ella, al banquillo de los acusados.

La hermana del rey siempre estuvo al lado de su esposo, creyó en su inocencia y, cumpliendo los votos matrimoniales que les unieron un lejano 4 de octubre de 1997, estuvo en lo bueno y en lo malo, en la salud y la enfermedad, enfrentándose a su familia de sangre por el ex deportista que la enamoré en las Olimpiadas de Atlanta y al que siempre miro embelesada y totalmente enamorada.

Pero en algún momento ese amor se quebró y no ha sido suficiente para sostener un matrimonio que caminaba hacia el cuarto de siglo. Porque, precisamente ahora, cuando su futuro parecía que volvía a retomar los cauces de la normalidad con el tercer grado penitenciario de Iñaki, la salida a la luz de su relación cómplice y cariñosa con otra mujer ha acabado con la imagen pública de un matrimonio que parecía indestructible.

Tras saltar la noticia, todas las miradas se han dirigido a la infanta Cristina: ¿sabía de esta relación de su esposo?

En este sentido hay dos versiones: la que defienden algunos periodistas, como Pilar Eyre (70), que afirman que tanto ella como sus hijos y la familia real se enteraron el día anterior a la publicación de las imágenes; y la que asegura que lo sabían desde después del verano, tal y como ha contado una amiga intima de Cristina a ‘El Español’.

Sea como fuere, el dolor, antes o después, para Cristina habrá sido enorme. Y no sabemos si para ellos habrá sido una sorpresa, pero si para el resto de los españoles, ya que hasta hace bien poco los Urdangarin se mostraban como una familia feliz. No en vano las imágenes del ex duque con su nueva ilusión, que se llama Ainhoa Armentía, paseando de la mano por la playa cercana a la vivienda que los Urdangarin tienen en Bidart eran captadas un día después de que la infanta Cristina regresara a Ginebra (Suiza), donde vive con su hija pequeña, Irene (16), tras pasar lo que parecían unas apacibles y tranquilas vacaciones en familia. Unos días de descanso en Navidades que se repartieron entre Vitoria y la estación de Baqueira Beret, donde toda la familia estuvo esquiando.

«RECOMPONERSE»

“Está tranquila y serena. Solo quiere seguir con su vida, hace ya varios meses que vive con la noticia. No es nueva para ella y ahora únicamente necesita recomponerse y seguir», ha asegurado una amiga de la infanta, quién sabe si por intentar protegerla y que la humillación no sea mayor. Y añade: “Cristina lo sabe desde después de verano. De hecho, el mes de septiembre fue lo que ella misma ha llamado ‘el peor momento de su vida’.

A la infanta se lo cuenta su propio marido […]. Fue él quien se lo contó a ella y a sus cuatro hijos». Pese a la imagen de normalidad y serenidad que quiere transmitir esta amiga, la procesión de la infanta va por dentro. “Está bien. Ha sido un golpe, puede que el peor de su vida, pero se está levantado como la mujer fuerte que es. Los chicos están bien, ya son mayores para aceptar lo que está pasando».

  Tamara Falcó: Sola estoy fenomenal

Esta misma fuente también explica que el hijo que peor esté llevando, esta circunstancia es Miguel (19), ya que es el más sensible de todos. Más sereno se ha mostrado Pablo (21), que era el primero en responder a la prensa por las imágenes de su padre con otra mujer. Con una educación exquisita y mucha templanza aseguró «Prefiero no decir nada por qué es un tema familiar. Son cosas que pasan y lo hablaremos entre nosotros y ya está». Además, añadió que todos están contentos y nada va a cambiar. Una afirmación que matizaba al día siguiente, cuando confesaba que no estaba «seguro» de si su madre sabia de la existencia de una nueva relación de Iñaki. «Lo tendremos que hablar en algún momento y lo averiguaremos poco a poco», aseveró dando alas a todos los que piensan que nadie de la familia era conocedor de esta deslealtad.

SE LO CONTÓ A SUS PADRES

La única verdad` es que Cristina ha hecho lo indecible por Iñaki y por su matrimonio. Y, como suele ser habitual en estos casos, si lo supo hace tiempo quizá pensó que podía ser una ilusión pasajera, como se deduce de las palabras de su círculo cercano.

“Esta serena. Ella ya ha llorado todo lo que tenía que llorar. Ha pasado ya la fase de ‘va a volver’, porque la ex duquesa de Palma era una mujer enamorada que ha hecho por su todavía marido lo que nadie se puede imaginar, como ponerle por delante de su familia, que nadie olvide este dato», señala la misma fuente.

Una familia que, en estos momentos tan complicados, se ha solidarizado con ella y que va a estar a su lado. Cuentan que su madre, Sofía (83), se enteró de la ruptura definitiva a comienzos de este año, cuando Cristina y Elena (58) acudieron a córner con ella, pero también que cuando vio las imágenes de Iñaki con otra mujer no pudo reprimir las lágrimas.

Y es que no hay que olvidar que no solo son una traición a su hija, sino que, como abuela que es, habrá pensado en el sufrimiento que le puede causar a sus nietos, que no han tenido una vida fácil. La reacción de Juan Carlos, que conoció todo a través de su hija Cristina, ha sido más acorde a su personalidad.

Aseguran que se enfadó mucho, y es que no hay que olvidar que él fue una de las personas que aconsejaron a su hija que se divorciara cuando se destapó el escándalo del caso Noos. Esto le costó un distanciamiento con Cristina, quien, según Pilar Eyre, se «encolerizaba» cada vez que su padre o su hermano, Felipe VI (53), le insistían en que se separara de su marido.

Y si con su padre retomo el contacto, no sucedió lo mismo con el monarca ni con su mujer, Letizia (49), que quizá ahora se replanteen su relación con ella.

ASÍ SU NUEVO AMOR

Mientras los planes de Cristina pasan por quedarse en Suiza con su hija Irene, Iñaki no se ha escondido y solo un día después de saltar la noticia acudía en bicicleta al despacho de abogados alavés donde trabaja y donde conoció a su nuevo amor, y daba la cara ante la prensa.

«Las cosas pasan. Es una dificultad que gestionaremos con la máxima tranquilidad y juntos, como siempre hemos hecho», aseguró. Poco después llegaba al gabinete legal su nueva pareja, Ainhoa, demostrando que no se van a esconder. La mujer que le ha robado el corazón al ex duque es de Vitoria, tiene 43 años, dos hijos adolescentes y se separó recientemente de su marido, aunque todavía conviven juntos.

  Fallece Bernardo Pantoja, el padre de Anabel Pantoja

Trabaja como analista contable en el despacho de abogados al que se incorporó Urdangarin en la primavera de 2020, y parece que el pasar tantas horas codo con codo ha convertido su relación profesional en algo más. Un romance que, al parecer, era un hecho para algunos de sus compañeros, que han asegurado que tonteaban sin esconderse. De ahí que muchos consideren que las imágenes de ambos paseando como dos enamorados por la playa han sido consentidas para forzar la situación y oficializar su relación. Otros, en cambio, apuntan que las fotografías se hicieron por casualidad, aunque es cierto que ellos no se escondían. Sea como fuere, no parece la mejor forma de hacer pública una separación, porque de este modo Iñaki ha dejado a Cristina a los pies de los caballos.

Un desagravio más para la mujer que lo ha dado todo por él, ya que en el camino de su matrimonio se ha dejado su imagen, su prestigio, su estatus, sus títulos y ha perdido la relación con muchos miembros de su familia, como ocurre con los reyes, Felipe y Letizia. Tratada en muchas ocasiones como una paria, la infanta tuvo que dar la cara por su marido, sentarse en el banquillo, ser juzgada y, aunque fue absuelta de cualquier delito, su nombre siempre estará ligado al escándalo.

Eso por no hablar del sufrimiento que han pasado sus hijos, a los que la vida en la Ciudad Condal se les hizo insoportable. Y, mientras esto sucedía, en Zarzuela le aconsejaban que se divorciara de Iñaki, pero ella se negó una y otra vez. Lo hizo también después de que en el juicio del caso Noos se presentaran unos correos que demostraban que su marido le había sido desleal con la mujer de un amigo de ambos.

Ni siquiera la condena del ex deportista y su posterior paso por la prisión de Brieva (Alava), a la que ella acudió a verle en varias ocasiones, hicieron que cambiara de parecer. Cristina siguió adelante con la cabeza muy alta, cuidando sola de sus hijos, sosteniendo económicamente a su familia y sufriendo tanto el destierro físico como los desplantes de toda la realeza europea, incluida su familia, de sangre.

Por eso parecía que, tras sobrevivir a esa pesadilla, su amor saldría aún más fortalecido. En mayo, Urdangarin puede conseguir la libertad condicional anticipada y esto hubiera significado un nuevo comienzo para ellos. Pero no ha podido ser, Iñaki no solo ha roto su corazón en mil pedazos, sino que la ha traicionado y le ha dado la razón a todos aquellos que le recomendaron que se separara. Ahora, el divorcio que muchos ansiaban llegara, pero no porque Cristina haya tomado la decisión.

SUS HIJOS, DAÑOS COLATERALES EN TODO LO VIVIDO

El entorno de la infanta afirma que a Cristina solo le preocupan sus hijos, y es lógico, ya que los cuatro han sufrido mucho con el periplo judicial y la posterior entrada en prisión de su padre, Iñaki.

Al parecer, el que peor lo está pasando es Miguel, que es el más sensible de todos y que vive en Londres, donde estudia Ciencias del Mar. Su hermano Pablo parece que lo lleva mejor, a juzgar por sus palabras, en las que, romo su padre, ha asegurado que son “cosas que pasan. En 2009, toda la familia se trasladó a Washington por el acoso que sufría la familia; en especial, los niños en el colegio en el que estudiaban, algo que hizo sufrir mucho al hijo mayor, Juan Valentín (22).


Publicado

en

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *