El pasado noviembre, los amigos, familiares y seguidores de José Luis Gil -el actor que daba vida al entrañable Juan Cuesta en ‘Aquí no hay quien viva’ contenían la respiración tras conocer que el intérprete, de 64 años, había sufrido un ictus isquémico agudo -un infarto cerebral-, por el que llegó a estar 22 días ingresado en la clínica Nuestra Señora del Rosario, en Madrid.
Desde entonces, y salvo el comunicado emitido por Medíaset, en el que confiaban en que la rehabilitación y el tiempo ayudasen en su recuperación, han sido pocas las noticias que han trascendido de su evolución. Ahora, su hija pequeña, Irene, ha roto el silencio familiar para compartir a través de sus redes una imagen del artista con su mujer. Junto a ella ha escrito un mensaje en el que explica que «continúa recuperándose en casa» y que los amigos y familiares que han querido han podido visitarle.
«Simplemente, esto es lento y no hay nada que contar. Seguimos avanzando, con ayuda de gente maravillosa», escribe mientras pide paciencia. También algo molesta, asegura que su familia está cansada de «titulares morbosos», ya que ellos hablan «sin ocultismo ni secretismo».
Para acabar, agradece «infinitamente las muestras de cariño» que siguen recibiendo casi un año después de aquel fatídico día.


Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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