La montaña rusa de su relación parece que está ahora en su punto más alto. La pareja se mantiene, como puede, en lo alto (aunque el trenecillo se tambalea cada dos por tres), y ahora que ambos comparten aventura parece que su amor se fortalece. Gustavo González y María Lapiedra se convertían, este viernes, en concursantes de ‘Sálvame Okupa’ ante el rechazo de algunos de los colaboradores, pero con fuerza, más fuerza que nunca. Su reencuentro ya denotaba que su relación va, ahora, viento en popa. Se fundían en un beso al encontrarse en el confesionario, y aunque ha sido el primero, no ha sido ni será el último.
Esa misma tarde Gustavo se convertía en el primer finalista del ‘reality’, lo que le otorgaba el poder de expulsar inmediatamente a uno de sus compañeros, y ahí, en un acto de amor a su chica, echaba a Rafa Mora (su presencia no era agradable para la actriz). Así que parece que su mejor manera de agradecérselo ha sido dándole mucho amor… ¡Y han desatado pasiones!
Al caer la noche y como acostumbran en la casa de Guadalix, suena la música y a celebrar… Gustavo y María no dudaban en abrazarse y compartir un bailecito lento propio de la mejor de las verbenas. Mientras Gustavo susurraba la canción a su chica, ella no paraba de besarle, y entre piquito y piquito cayó algún que otro beso con lengua de lo más apasionado. Y todo bajo la atentísima mirada de sus compañeros. Los que no podían quitarles ojo eran Anabel Pantoja y Víctor Sandoval, que alucinando, aseguraban que estaban “calientes como planchas”.
Poco después, la pareja se marchó a la habitación para cambiarse de ropa, y Víctor no dudó en reunir al resto de sus compañeros y animarles a observar si Gustavo y María desataban pasiones en el cuarto… ¡Menudo marujeo!
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