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El esperanzador mensaje de Ana Rosa Quintana

Tres meses después de anunciar que padece cáncer de mama, la presentadora ha reaparecido con muy buen aspecto para contar cómo está llevando el tratamiento. «Me encuentro muy bien», ha explicado.

«Estoy en la recta final de la quimio»

Desde que el pasado 2 de noviembre Ana Rosa Quintana (66) anunciara que padece cáncer de mama, las redes sociales se han convertido en su particular Ventana al mundo y el medio en el que ha ido contando la evolución de su enfermedad.

Ahora, tras más de un mes sin saber sobre su salud, ha reaparecido con muy buen aspecto y la mejor de las noticias. «Me han preguntado muchas personas que como estoy, por eso me he animado. Afortunadamente, me encuentro muy bien y ya estoy en la recta final de la quimio», ha escrito junto a una foto en la que se la ve muy sonriente y relajada mientras lee un libro.

VIDA SANA Y DEPORTE

La comunicadora ha explicado también que se toma su recuperación «como un trabajo, comida sana, entrenamiento 3 días a la semana, yoga un día y caminatas largas». Una labor física que la está ayudando en este camino, no exento de dificultades, en el que también se ha apoyado en otros pilares: «Disfrutar de la familia, el apoyo de mis compañeros, los miles de personas que me hacen llegar su cariño y buenos deseos, pensamiento positivo y tener la seguridad de que me voy a curar gracias a nuestros excelentes médicos».

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Como en anteriores publicaciones, el esperanzador mensaje ha generado un tsunami de cariño entre sus seguidores; entre ellos, rostros conocidos como el de Paula Echeverría (44), Bibiana Fernández (68) o Joaquín Prat (46), quien desveló horas después que fue él quien la animó a reaparecer. «Todos le decimos que no sabe la cantidad de gente que pregunta cómo está y qué tal va con el tratamiento de quimioterapia…», explicaba, añadiendo que, aunque la procesión va por dentro, «lo lleva de coña».

Algo que sabe bien su gran amigo y sustituto, ya que, a pesar de que sus energías estén ahora puestas en ganarle la batalla a la enfermedad, también saca fuerzas para reunirse con compañeros que, como él, estén siendo otra importante medicina.


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