En invierno siempre abandonamos nuestros pies y nos olvidamos de cuidarlos como se merecen. Por eso cuando llega el verano entramos en pánico al darnos cuenta de que tenemos que ponernos unas sandalias y que nuestras uñas no están ni un poco preparadas para ver la luz del sol. Para este tipo de situaciones de emergencia te dejamos algunos de los pasos que tienes que seguir para mantener tus pies perfectos y poder lucirlos con orgullo.
Remoja para ablandar
Lo primero que tienes que hacer es ablandar la piel de tus pies para poder trabajar mejor sobre ella. Por eso, calienta agua y métela en un cazo para dejar los pies dentro durante unos 10 minutos.
Elimina la suciedad de debajo de las uñas
Con un utensilio especial para ello o con un simple palillo quita la suciedad que se te acumula debajo de las uñas.
Adiós a las durezas
Con una lima especial para eliminar durezas rasca los talones y la zona de los dedos para dejar el pie blando y suave. También puedes utilizar una piedra pómez, que es un tratamiento un poco menos agresivo y exfolia igual.
Ponlos en alto
Poner los pies en alto permite que la sangre circule mejor y se te deshinchen completamente los pies. Por eso, el día que decidas dedicarte a mimarte aprovecha para poner tus pies en alto.
Hidrátalos dos veces a la semana
Es muy importante que al menos dos veces a la semana los embadurnes de crema hidratante para evitar que se resequen y las pieles se te terminen cayendo.
Utiliza esmaltes permanentes
Aunque es cierto que el abuso del pintauñas permanente puede debilitar nuestras uñas, utilizarlo solo durante los meses de verano no perjudicará para nada la salud de nuestros pies. Durante la temporada de invierno píntate las uñas con esmaltes normales pero en verano decántate por el permanente para evitar dolores de cabeza cada vez que rozas el pie con algo y la pintura se descascarilla.
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