La presentadora de ‘Sálvame’ explica que la pandemia y las críticas recibidas por la docuserie de Rocío Carrasco la han llevado a pedir ayuda profesional.
«Llevo un año en terapia y es de las mejores cosas que he hecho», admite.
Paradojas de la vida, el año de más horas de televisión de Carlota Corredera (47) ha sido el que la ha llevado a tocar fondo.
Aunque la presentadora de ‘Sálvame’ llevaba tiempo dando pistas de que no estaba en su mejor momento, ahora ha confesado que ha necesitado ayuda profesional para poder hacer frente a la etapa tan difícil que ha vivido.
«Después de la pandemia, yo estaba muy tocada y empecé a ir a la psicóloga. Llevo un año y es de las mejores cosas que he hecho en mi vida», ha reconocido orgullosa de la decisión que tomé tras comprobar que el estrés estaba empezando a afectar a su vida personal.
Doce meses después, su trabajo con la terapeuta le ha servido para aprender a manejar las emociones y a soltar.
«Había cosas que pensaba que tenía superadas y no era así. Hablándolas te descargas», admite, animando a todo el mundo a «que vaya a terapia».
CARLOTA CORREDERA DURAMENTE CUESTIONADA
Pero si hay algo en lo que estas sesiones la han ayudado ha sido para superar el proceso «tan complicado» que ha vivido como presentadora de la docuserie ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, donde su férreo posicionamiento al lado de Rocío Carrasco (44) y su actitud frente a los compañeros que no pensaban como ella han provocado que pierda el apoyo de gran parte de la audiencia, que no ha dudado en condenar su parcialidad a través de Internet.
«He sufrido agresiones en las redes de determinados medios y, para gestionarlas, fue muy importante tener a una psicóloga como la que yo tengo», asegura.
A pesar de las críticas -algunas, demoledoras-, la gallega reconoce que no se ha planteado tirar la toalla
«¿Por qué tengo yo que dejar mi programa porque tengo un mensaje feminista y defiendo a Rocío Carrasco?».
Una valentía de la que también hace gala al aventurar qué pasaría si la cadena decidiese acabar con ‘Sálvame’:
«Soy periodista; si tengo que volver detrás de las cámaras, volveré».
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