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Así se va a repartir el patrimonio de Isabel II de Inglaterra

Carlos lll y los príncipes de Gales son, con diferencia, los principales beneficiarios de la herencia de la monarca, que también ha incluido a sus otros tres hijos en el testamento, pero habría excluido a Harry y a Meghan Markle.

Isabel II no solo fue la reina más longeva, sino que también era una mujer inmensamente rica, tanto por lo que producía el enorme patrimonio de la Corona como por su propia fortuna personal. Por eso, ahora que los restos de la monarca por fin descansan en paz en el castillo de Windsor junto a los de su marido, Felipe de Edimburgo, y los de sus padres y su hermana, tras diez días de luto nacional y el funeral de Estado más grande que se recuerda, toda la atención se centra en el reparto de su herencia, en el que claramente ha habido unos favoritos y unos destronados.

Y, aunque el testamento es secreto hasta dentro de un siglo, según una tradición de los Windsor iniciada por la abuela de Isabel con el objetivo de evitar escándalos, los principales medios británicos han comenzado a dibujar la distribución de la riqueza de la soberana, basándose en los datos que si se conocen a ciencia cierta, las estimaciones realizadas y las informaciones que se han filtrado.

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Por ejemplo, la de que, al parecer, la monarca hizo modificaciones de última hora en su testamento para incluir a Kate.

ARTE, CISNES Y SELLOS.

Como era de esperar, Carlos III ha sido el más favorecido, ya que, al heredar el trono, se ha convertido en titular de los bienes de la Corona, por los que va a cobrar cada año el 15% de los ingresos que generen. Estos incluyen, por ejemplo, el ducado de Lancaster, con 18.000 hectáreas de tierras, nueve castillos y diversas propiedades inmobiliarias, el palacio de Buckingham y el hipódromo de Ascott, sin olvidar las joyas y la colección de arte reales, valoradas en 3424 millones y 1200 millones de euros, respectivamente, o 32.000 cisnes y numerosos delfines, ballenas y esturiones.

Además, el nuevo monarca también va a recibir la denominada ‘subvención soberana’, que cubre los gastos de la familia’ real, de seguridad, de personal y de mantenimiento de los palacios y que el año pasado fue de 99,10 millones de euros. Por si esto fuera poco, según ‘The Daily Mail‘, Carlos se quedara también con gran parte de la fortuna personal de su progenitora, que asciende a 400 millones de euros; su colección de sellos, valorada en 100 millones; y las residencias reales de Sandringham y Balmoral.

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UN GENEROSO DUCADO

Los otros grandes beneficiarios del legado de la reina son Guillermo y Kate. Al convertirse en los nuevos príncipes de Gales, han heredado el ducado de Cornualles, cuyos activos valen, 1288 millones de euros y generan ingresos de unos 27 millones anuales. Por su parte, la duquesa de Cambridge recibirá la mayor parte del joyero privado de la monarca, que está valorado en 120 millones y consta de 300 piezas.

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Algunas de estas serán para Camila (74) y otras para la princesa Charlotte (7). Quienes, por el contrario, no tendrán ninguna joya de la reina son Meghan Markle (41) y su hija, Lilibeth (1). Por su parte, Harry (37) tampoco figuraría en el testamento de su abuela, como consecuencia directa del ‘brexit’. Por Último, los príncipes Ana (72), Andrés (62) y Eduardo (58) heredarán algo de la fortuna privada de Isabel II, aunque se desconoce la cantidad. Además, la primera se hará cargo de sus cien caballos y el segundo, de sus dos corgis.


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