Jaque a Las Campos

A la preocupación que sienten por la salud de su madre se une una nueva polémica después de que la mano derecha de la veterana periodista haya sido señalada como el ‘topo’ del clan y quien filtra la información a la prensa.

No parece haber paz para las Campos, que no dejan de estar en el ojo del huracán día si y día también. Ahora, la polémica que las rodea tiene nombre propio, Gustavo, que no es otro que la mano derecha y chofer de María Teresa Campos (81) y uno de sus sostenes emocionales.

Kiko Hernández (46) le ha acusado en ‘Sálvame’ de ser el ‘topo’ de la familia y de grabar a las Campos en la intimidad con la ayuda de su pareja, Ainhoa. Unas conversaciones privadas que utilizaría para ‘amenizar’ comidas y cenas con sus amigos con un fin burlesco y que le servirían, según el colaborador, «para que el día que no esté María Teresa pueda hacerse varios reportajes».

Una acusación muy grave que ha caído como un tsunami en el clan Campos, que ha optado por hacer frente común y apoyar a Gustavo, aunque la primera reacción de Carmen Borrego (56) fue creer la versión de Kiko y calificar la actuación del chofer como el «puñal más grande» que le pueden clavar a su madre.

Terelu (57), por su parte, defendió al hombre de confianza de la periodista desde el primer momento, pidiendo a su hermana mesura y señalando la honorabilidad de Gustavo mientras no haya pruebas de lo contrario.

Lo cierto es que ni Carmen ni Terelu están ahora parar preocuparse por nada más que su madre, que está delicada de salud. Una inquietud que han dejado bien patente en sus reacciones, calificando este momento de sus vidas como «complicado». Lo que no quiere decir que no sean conscientes de que alguien de su entorno habla más de la cuenta, y de ahí que se filtrara a la prensa que María Teresa Campos se había caído en su casa, que iba a hacerse un chequeo en el hospital y que incluso se asegurara que sufre dificultades de movilidad y a nivel cognitivo por su pérdida de peso.

Unas informaciones muy delicadas que molestaron mucho a sus hijas, que han hecho frente común para proteger a su madre en todos los sentidos. Terelu reconoce que llegaron «muy preocupados» al hospital en el que la malagueña se hizo el chequeo, ya que «come y bebe muy poco», pero que salieron más tranquilos. Ahora, su temor es otro. «Mi madre necesita de Gustavo porque es su otro hijo», afirma la presentadora, evidenciando la importancia de este hombre en la vida de la matriarca y preguntándose quién quiere hacerle daño no solo a él, sino también a su familia.

Por eso públicamente le ha mostrado su apoyo y el de toda su familia pidiéndole «tranquilidad», consciente de que si por un casual decidiera apartarse de ellos, su madre sería la que más sufriría. «Desde mi casa no hay ninguna duda de Gustavo», asegura convencida.

No en vano, la primera reacción del señalado, que lleva 35 años trabajando para la familia, fue llamar «sinvergüenza» a Carmen en un mensaje por haber dudado de él y, según la hija mayor de la Campos, está «arrasado» por las acusaciones. Un complicado momento que ha hecho también que Carmen Borrego toque fondo. Superada por la presión, abandonó el plató de ‘Sálvame’ entre légrimas sin poder ocultar su indignación.

«Si crees que es el momento de hacer esto, que Dios te lo pague», le espetó a Kiko negándose a seguir participando de algo que puede perjudicar a su madre. Al día siguiente, y más sosegada, entonó el ‘mea culpa’ por su reacción y volvió a reiterar su absoluta confianza en Gustavo. Una postura que parece que van a mantener firmemente las dos hermanas por el bien de su madre, dejando a un lado las suspicacias, porque María Teresa y su bienestar es lo único que les preocupa y angustia en este momento.