Las Campos firman una “fingida” paz

Tras meses distanciadas, las colaboradoras comieron juntas el 1 de enero y volvieron a verse el día de Reyes, cita en la que también estuvo Alejandra. «Hay poco que hablar y mucho que hacer», reconoció la hermana mayor.

Terelu y Carmen Borrego hace un paréntesis en su “guerra” y comienzan el año “reconciliadas”

Por fin ha llegado la paz clan de las Campos.

Tras meses muy convulsos en los que Terelu Campos (56) y Carmen Borrego (55) han permanecido distanciadas y con el hacha de guerra en alto, ambas han dado un paso al frente para poder solucionar su situación y dejar atrás los problemas del pasado que

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Tanto las han hecho sufrir. «Quiero zanjar este tema de una vez por todas. No voy a contribuir a él más porque me hace daño y hacemos daño a personas que nos importan», reconoció la colaboradora de ‘Viva la vida’.

El desencuentro entre las dos hermanas surgió porque Terelu no entendía los comentarios de Carmen hacia su hija, Alejandra Rubio (21), ni su estrecha amistad con Kiko Hernández (45), una de las personas que más ha atacado a madre e hija y al que Borrego no rebatía ni una sola de las críticas que ha lanzado contra ellas.

Sin embargo, lo que podía haberse solucionado con una conversación a tiempo se fue descontrolando hasta que ninguna de las dos entendía muy bien qué había sucedido entre ellas. “Tengo la sensación de que hubo un punto en el que me perdí, que no sabía lo que había pasado», confesó la mayor de las hermanas.

CARAS DE FELICIDAD

Pero esta situación ya forma parte del pasado porque Terelu y Carmen se reunieron por Año Nuevo, aunque se trató de una cita totalmente inesperada. «Acordamos que mi hermana y José Carlos vinieran a mi casa para comer con mi madre porque yo había quedado con unos amigos. Al final no pude ir porque no me encontraba bien y les dije que me quedaba con ellos.

Me encontré con caras de felicidad», explica Terelu sobre como se produjo el encuentro entre ellas. Aunque hacía muchos meses que no se veían, la situación fue agradable y familiar y no hubo tensiones entre ellas.

Teresa (80) jugó a las cartas con José Carlos y ellas disfrutaron de un descanso en los sofás de la casa de Terelu. Incluso inmortalizaron ese momento con una fotografía en la que todos aparecen relajados, muy sonrientes y felices.