Mientras la esposa de Jesulín de Ubrique ha confesado que su futura maternidad los ha pillado por sorpresa, la Esteban lleva años compartiendo su deseo de tener un hijo junto con su marido, Miguel Marcos.
La odontóloga será mamá sin buscarlo mientras la colaboradora no consigue quedarse embarazada
Si hay una noticia que ha revolucionado el mundo del corazón es la de la futura paternidad de Maria José Campanario (43) y Jesulín de Ubrique (47), que se convertirán en papás de nuevo el año que viene. Una buena nueva sorpresiva hasta para los propios protagonistas, que no esperaban la llegada de la cigüeña en este momento, pero que han mostrado su inmensa felicidad y regocijo ante el nacimiento de otro Janeiro en la saga de Ambiciones.
«UN BEBE ES FELICIDAD»
Como no podía ser de otra manera, cuando se hizo público el embarazo de la odontóloga, todas las miradas se centraron en Belén Esteban (48), como madre que es de la hija mayor de Jesús. La colaboradora de televisión les dio la enhorabuena y les deseo lo mejor, pero lo que muchos pensaron en ese momento es lo caprichoso que es el destino, ya que la de Paracuellos lleva más de cuatro años manifestando su deseo de convertirse en madre de nuevo y hacer papa primerizo a su marido, Miguel Marcos (34).
Este tema ha sido recurrente en muchas entrevistas y la Esteban nunca ha ocultado que lo estaban intentando y que sería la guinda perfecta a la felicidad personal de la que disfruta desde que el técnico de ambulancias se cruzó en su vida.
Pero ese deseo aún no se ha cumplido y ahora Belén ha visto como precisamente la actual mujer del padre de su hija, que ha sido una de sus mayores enemigas durante décadas y con la que ha protagonizado varios desencuentros, ha recibido esa bendición y, además, sin ni siquiera perseguirlo.
Algo que es de suponer que en el fondo le habré producido un cierto sentimiento agridulce, aunque en público se ha comportado como toda una señora enterrando el hacha de guerra que hasta hace bien poco mantenía con ella y deseando a la pareja todo tipo de parabienes como si de un milagro prenavideño se tratara.
«Os doy la enhorabuena, os lo digo de corazón. Espero que Maria José Campanario tenga un embarazo muy bueno y lo lleve bien con su enfermedad. Pero no voy a hablar más del embarazo por mi prioridad. Con ellos he tenido mil quinientos problemas, pero un bebé es un momento de felicidad», aseguro en ‘Sálvame’ después de haber dicho lo mismo a la prensa que se congregó a la puerta de su casa cuando se conoció la noticia.
El interés de la mayoría se centraba en saber si Jesús había contado a su hija mayor que iba a tener un hermano antes de que se publicara la noticia, pero la colaboradora no ha desvelado absolutamente nada sobre este extremo, siguiendo el deseo expreso de la joven, que quiere ser anónima.
Un silencio sobre todo lo que atañe a su hija que Belén lleva respetando hace muchos meses, así que probablemente nunca sabremos, al menos de su boca, si se lo conté su padre o se enteró por la prensa.
CERCANOS Y SIMPÁTICOS
Los que si han querido hablar son los felices papás, que, tras anunciar la noticia en una publicación, entraron por teléfono en el programa “Ya son las 8”, de Sonsoles Ónega (44), mostrando su enorme dicha y su sorpresa.
«Quien me iba a decir a mí que iba a volver a ser padre, con mi Andrea de 22, mi Julia de 18 y mi chico de 14», admitía Jesús. «Es una bendición para nosotros y lo único que queremos es tener un poco de tranquilidad y de paz para poder llevarlo lo mejor posible», aseguró Maria José justificando, de paso, que no había podido contestar a todos los mensajes y llamadas de felicitación que había recibido y no iba a poder hacerlo.
La pregunta sobre el sexo que prefieren para su futuro bebé era obligada, y la pareja no se puso de acuerdo.
«Me da igual, que venga bien es lo único que queremos», contesté la odontóloga.
«Ya tengo dos niñas, así que me gustarían dos niños, pero lo que venga, que venga bien», confesó el torero con su carácter risueño tras confirmar lo que era más que evidente: que estaba «muy contento».
Y si bien Jesús comento que no quería saber el sexo hasta el nacimiento, la feliz mama aseguré que ella si prefería conocerlo y que no iba a poder guardar el secreto.
Las risas y complicidad entre la pareja durante la llamada fueron constantes, ofreciendo su mejor versión, cercana, espontánea y simpática y la menos vista hasta ahora. Y es que lo cierto es que el tiempo pone cada cosa en su sitio y este embarazo ha demostrado que los numerosos rumores de ruptura que los persiguen desde hace años no eran ciertos.
Muy locuaz, Maria José confirmó que esta embarazada de tres meses y que en este trimestre se encuentra mejor de la enfermedad que padece: la fibromialgia que en los últimos años la ha obligado a ingresar en varios hospitales. Su edad y esta patología la han llevado a aparcar temporalmente su trabajo como odontóloga en la clínica de Zaragoza en la que trabaja, aunque su intención en el futuro será conciliar su vida familiar y profesional.
«SOY PEREZOSA»
Precisamente otra enfermedad, en este caso la diabetes, es lo que más atemoriza a Belén Esteban a la hora de quedarse embarazada.
“Tengo 48 años, soy diabética y es una enfermedad que no es fácil […]. A veces pienso: ¡Qué iLusión!’. Y otras veces que tengo miedo», explicó en su programa hablando de su anhelo por ser madre de nuevo.
Un miedo que no termina de ser más fuerte que la emoción de tener un bebé en casa y sobre todo de hacer papa a su marido. “Cuando éramos novios, él no quería ser padre y yo si… Es lo que hay», decía con sentido del humor para acabar haciendo una reflexión con un cierto deje de resignación «Si viene… bien, me alegraría mucho y, si no, no pasa nada…».
Y es que la colaboradora se debate claramente entre la incertidumbre y el deseo, y quizá por eso ha encontrado en el trabajo una válvula de escape.
«Ahora estoy muy perezosa con respecto a ese tema. Estoy muy metida en mi trabajo en ‘Sálvame’, en ‘Sábado Deluxe’ y en mi empresa, Sabores de la Esteban. Estoy muy feliz y muy satisfecha, así que, si tiene que venir, pues ya vendré, pero no por obligación», aseguro recientemente en un evento al que acudió y en el que, de nuevo, le preguntaron por sus planes de ampliar la familia.
DOBLE CELEBRACIÓN
Y mientras la Esteban espera que se cumpla su deseo, Maria José disfruta de uno de los momentos más especiales de su vida haciendo planes de futuro. Además, en este embarazo su marido podrá acompañarla en todo momento, no como en los dos anteriores, cuando Jesús estaba en lo más alto del escalafón del mundo del toro y se pasaba meses de gira mostrando su arte por las plazas de toda la geografía española. Pese a que el diestro estará siempre en casa, la catalana explico divertida que no cree que la ayude a cambiar pañales «Eso ya te digo que no lo va a hacer, me ayudaré mucho, pero eso no […]. Eso si, si llora, ya le he dicho que le despertaré; aquí, paridad».
La odontóloga también revelé que no ha tenido antojos, como tampoco los sintió con sus hijos mayores, y aseguré que, si puede, quiere darle el pecho al pequeño.
«Me parece maravilloso y, además, es buenísimo para ellos», asevero. Aunque es muy pronto para pensar en como llamaran al bebé, el matrimonio tiene claro lo que no piensan hacer.
«No he querido nunca que lleven nuestros nombres; de hecho, por eso mi hijo se llama Jesús Alejandro, para que podamos llamarle también Alex, que tenga su propio nombre>, reveló la odontóloga, quien también quiso explicar que las imágenes que se habían publicado de ella fumando por la calle eran previas a saber que estaba embarazada, ya que en cuanto se enteró de la noticia dejó este hábito. Confesiones todas ellas poco habituales en Maria José, que siempre ha blindado al máximo su vida privada, pero que en esta ocasión ha querido compartir la alegría desbordante que siente con el público.
Ahora solo espera poder vivir los meses que le quedan de embarazo de una forma sosegada y tranquila, sin la presión de los medios, pero lo cierto es que su imagen luciendo una bonita tripa será la foto más buscada de los próximos meses. Y casualmente el nacimiento del retoño, si todo va bien, será poco antes del vigésimo aniversario de la boda de sus padres, que se celebra el 27 de julio, y quién sabe si aprovechando esta fecha tan redonda en el bautizo del bebé aprovecharan para volver a renovar sus votos matrimoniales.
Algo que ya quisieron hacer hace unos años, pero que tuvieron que anular por el agravamiento de la fibromialgia que padece la esposa del torero. De ser así, la celebración coincidirá con los planes de boda por la Iglesia de Belén con Miguel, una ceremonia que celebrara en Paracuellos del Jarama y a la que acudirán solo familiares y amigos íntimos, tal y como conté la colaboradora el pasado verano. Sin duda, una fecha que sería aún más especial si para entonces hubiera cumplido su sueño de ser mama de nuevo y de esta manera, y como en los cuentos, sean todos felices.
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