La colaboradora sigue usando una muleta siete meses después de caerse en su programa porque le está costando que el hueso de la pierna vuelva a su sitio.
«Estoy cansada ya. He estado mucho tiempo triste», confiesa.
Han pasado ya siete meses desde que la vida de Belén Esteban (49) se paró en seco en el plató de ‘Sálvame’ tras una caída accidental que le produjo una lesión muy importante en la pierna de la que tuvo que operarse y de la que aún sigue recuperándose. Lo cierto es que han sido muchas las personas que se han sorprendido de que, tantos meses después, la colaboradora siga necesitando una muleta para andar, por muy corto que sea el recorrido, y que en el programa en el que trabaja siga sentada con la pierna en alto.
Y ha sido ella misma la que ha reconocido que su recuperación no va todo lo bien que se esperaba.
«Sigo con la rehabilitación, pero va muy lento y me han dicho que hasta abril seguramente no estaré bien», ha confirmado con mucha resignación, añadiendo un lacónico «es lo que hay» y confirmando que la ruleta será su compañía unos meses más.
«Me está costando mucho que el hueso vuelva a su sitio», ha explicado, reconociendo que lo peor fueron las primeras semanas, en las que no aceptó que por una caída ‘tonta’ estuviera tan mal y tan dolorida, a lo que se sumó el miedo que sufrió por tener que pasar por quirófano, porque al ser diabética cualquier intervención se complica.
A Belén Esteban le traicionó la cabeza
«Estoy cansada ya, pero es lo que ha tocado. La cabeza me ha costado más que lo físico. He estado mucho tiempo triste y eso me ha generado muchos miedos. Luego lo acepté», reconoce asegurando que no le gusta depender de los demás. Y eso pese a que todos sus amigos y su familia han hecho un frente común para ayudarla a superar el estado de tristeza en el que se sumió y del que con mucho esfuerzo ha ido saliendo.
Mención especial merece su marido, Miguel Marcos (35), al que agradeció públicamente su paciencia y atención reconociendo que no es una buena enferma. Ahora justamente se cumplen nueve años desde que empezaron a salir y el balance no puede ser más positivo. Aún tienen pendiente casarse por la Iglesia, como es el deseo del técnico sanitario, ya que la caída de Belén arruinó los planes de hacerlo antes de que acabara el 2022.
A su lado, la colaboradora ha ido cogiendo fuerzas y saliendo del ostracismo que se impuso los primeros meses, aceptando que la muleta es, de momento, una ayuda fundamental con ella. En el mes de julio, la de Paracuellos decidió retomar su vida y acudir con su marido al concierto que Rosalía dio en la capital. Fue su primera aparición tras el accidente y desde entonces han sido muchas las salidas que ha realizado a diferentes eventos, demostrando que la vida sigue y que por muy mal que vengan dadas siempre hay motivos para ilusionarse y salir de casa.
SU PLAN ALTERNATIVO
En septiembre volvió al trabajo, consciente de que es un peso pesado de ‘Sálvame’ y que cualquier ayuda es poca para lograr subir la audiencia, aunque si no ocurriera y finalmente el programa dejará de emitirse, no sería un drama para ella porque ha tomado una decisión.
«El día que se acabe ‘Sálvame’, yo acabaré también […]. Quiero hacer otras cosas», afirma no sin aclarar que al menos es lo que piensa ahora mismo, ya que no sabe lo que le puede deparar la vida.
Esa incertidumbre hacia el futuro fue lo que la animé a buscar un plan alternativo a la Televisión y fue el origen de su empresa, Sabores de la Esteban, a la que ha dedicado mucho esfuerzo, trabajo e ilusión. Con varios productos de alimentación en el mercado, su plan de negocio pasa por ir sumando nuevas propuestas y que gusten tanto como su gazpacho, sus cremas o sus patatas fritas. De esta manera tendría asegurado un sostén económico para poder dedicarle tiempo a los suyos y en especial a su madre, Carmen, que vive en Benidorm y a la que no ve tanto como quisiera por su trabajo en la Televisión.
Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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