Tras llegar a un acuerdo en su divorcio con Alejandro Sanz (51), Raquel Perera (45) ya ha cumplido una de las cláusulas que la expareja ha firmado, y ha dejado Miami para instalarse en Madrid con sus hijos, Dylan (9) y Alma (6), con el fin de que los pequeños estén más cerca del cantante. La psicóloga comienza así una nueva vida en la capital y lo hará en un inmueble cercano a la casa en la que actualmente su ex vive con su novia, Rachel Valdés (31), en la urbanización de La Finca, y que se encarga de pagar el propio Alejandro.
Los niños ya se han incorporado al Colegio, un centro británico donde seguirán practicando su perfecto inglés. Aunque es un cambio muy importante para todos, la empresaria solo busca la felicidad de sus hijos y lo esta afrontando con una gran ilusión y, según afirma ella:
“Estrenando proyectos”.
Vuelvo a mi ciudad estrenando ilusiones y proyectos.
Mis hijos están felices porque podrán estar muy cerca de su padre. Para mí eso es fundamental
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