Tamara Falcó muy preocupada por su imagen

Los vaivenes sentimentales de la marquesa de Griñón con Íñigo Onieva podrían haber perjudicado su faceta como prescriptora de marcas de lujo, que prefieren perfiles blancos y ajenos a polémicas mediáticas

Tamara Falco (41) no puede estar más feliz tras su reconciliación con Íñigo Onieva (33). Pasada la sorpresa inicial, la hija de Isabel Preysler (71) ha confirmado su paso por el altar. «Íñigo y yo nos casamos el 17 de junio. Será una boda no demasiado grande, con nuestros familiares y amigos más cercanos. La celebración será en el palacio El Rincón», comunicó a su revista de cabecera.

Ese anuncio, unido a las divertidas imágenes de la pareja en Praga, donde acudieron a una fiesta de disfraces que revivía los ‘felices años 20’, demuestran que los problemas del pasado están perdonados y olvidados. Pero no todo es tan idílico como pudiera parecer en la vida de la ‘influencer’, imagen de varias marcas de lujo, que podría ver peligrar su carrera.

Como es bien conocido, la marquesa de Griñón compagina su faceta como diseñadora de moda y colaboradora en ‘El hormiguero’ con la publicidad, prestando su imagen a firmas de primera línea como ya hizo su madre. El problema es que estas marcas de alto ‘standing’ son muy reacias a que las personas en las que confían para promocionar sus productos aireen sus vaivenes sentimentales.

Y, lo que es más grave, que en los medios de comunicación se especule con la posible comercialización de su vida privada. En este sentido, solo tres días después de conocerse su regreso con Onieva, la chef protagonizó la portada de una revista femenina y habló de cómo, cuando y por qué perdonó a su prometido.

Eso, unido al anuncio, mediante otra exclusiva de que su enlace Sigue adelante en la fecha inicialmente prevista, más otros detalles como que su prometido le ha vuelto a regalar el anillo en versión mejorada, podría, según los expertos en ‘marketing’, perjudicarla profesionalmente. Aseguran que, en el nivel en el que ella se mueve, el aumento de su presencia en la prensa rosa menoscaba la imagen asociada al lujo. Aun así, lo que parece muy probable es que sabrá reconducir esta situación de la forma más favorable posible a sus propios intereses.