Deslumbrante como siempre, Rania de Jordania (51) ha reaparecido tras la intervención quirúrgica a la que se tuvo que someter su marido, el rey Abdalá (60), el pasado mes de abril en Alemania para tratarse de urgencia una hernia discal.
Y lo ha hecho en un viaje a Nueva York junto con su esposo, que lució un aspecto muy recuperado, en el que ambos han recibido el premio Camino a la Paz por su intensa labor como promotores de la armonía y el diálogo entre religiones, así como por los esfuerzos de Jordania para acoger refugiados.
«Es un honor compartir con Su Majestad este galardón que reconoce su incansable compromiso con la tolerancia, el diálogo y la paz», aseguró la monarca hachemita, que lució para la ocasión un elegante vestido ‘midi’ de gasa plisada en diferentes tonos como el gris y el rojo con mangas semitransparentes.

Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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