La esposa de Antonio David Flores estaría buscando un hueco en Telecinco, donde ya colabora la hija de la Jurado, para desde ese puesto enfrentarse a sus acusaciones y defender con uñas y dientes a los suyos.
Aunque el verano parece haber dado una tregua al duro enfrentamiento entre los Carrasco y los Flores-Moreno, este impasse podría ser solo la calma que precede a la tempestad que promete desatarse en las próximas semanas, cuando ambos bandos vuelvan con más fuerza que nunca. De hecho, a la hija de «la más grande» no le ha importado aparcar momentáneamente su recién estrenada sección en Sálvame para tomarse unas vacaciones junto a su marido, Fidel Albiac (48). Un descanso muy merecido después de unos meses muy intensos y en el que seguro que Rocío Carrasco (44) estará aprovechando para prepararse para la segunda parte de su docuserie, que promete seguir levantado ampollas. De ahí que, por su parte, Antonio David Flores (45) y su mujer, Olga Moreno (45), seguramente estén aprovechando también su respiro mediático para planificar la estrategia con la que plantar cara a la hija de Rocío Jurado. El matrimonio no está dispuesto a dejar que su imagen siga cayendo por los suelos y están barajando todas las opciones a su alcance para rearmarse y volver con más fuerza que nunca. Algunas informaciones apuntan a que el guardia civil podría estar estudiando la forma de volver a trabajar en Mediaset, algo que parece complicado después de que, tras su fulminante destitución de Sálvame, decidiese interponer una demanda por despido improcedente.
OLGA MORENO, NUEVO ROSTRO TELEVISIVO
Así las cosas, su principal as en la manga podría ser otro fichaje: el de la ganadora de Supervivientes como colaboradora en alguno de los programas de Telecinco. El que suena con más fuerza es el de Ana Rosa, ya que el propio Joaquín Prat (46) ha asegurado recientemente: «Todo el mundo tiene cabida y más una persona que está de plena actualidad como Olga Moreno. No estaría mal, si ella quiere, sin ningún problema, nosotros encantados de recibir a todo el mundo que venga a aportar cosas buenas». Estas declaraciones han levantado una gran expectación, puesto que son muchos los que ya se imaginan un cara a cara entre Olga Moreno y Rocío Carrasco, dos mujeres enfrentadas y con muchas cuentas pendientes que podrían hacer temblar los cimientos de la cadena de Fuencarral si acaban compartiendo plató o cruzándose por alguno de sus pasillos. De hecho, tienen tanto que reprocharse la una a la otra que si Olga finalmente se convierte en colaboradora, los cruces de acusaciones entre ambas estarán más que asegurados. Por el momento la mujer de Antonio David prefiere jugar al despiste y echar balones fuera y ha asegurado que la información sobre su posible fichaje por el programa matinal «es mentira», aunque no ha entrado en detalles sobre si está negociando con otra productora.
COMENTARIOS HIRIENTES
Y es que esta podría ser su única oportunidad para defenderse y plantar cara a la oleada de detractores que cargan contra ella y su familia sin piedad desde que se emitió el primer capítulo de la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva. De hecho, las críticas han ido en aumento y ni siquiera el hecho de haberse alzado con la victoria en Supervivientes le ha dado un respiro. Todo lo contrario. A los fans de Carrasco no les gustó nada ver a la eterna enemiga de esta convertirse en la flamante ganadora del reality y no dudaron en hablar de «tongo». Unas acusaciones a las que Olga prefirió hacer oídos sordos centrándose en su vida y en su negocio, pero también este se ha visto afectado. Y es que en las últimas semanas la tienda de ropa Olé y Amén que la andaluza posee en Málaga ha sido objeto de un fuerte boicot con la intención de desprestigiarla. Así, han empezado a proliferar en internet comentarios negativos y despectivos escritos por supuestos clientes, que están minando la reputación del negocio con afirmaciones como estas: «La ropa no era nada del otro mundo, además traía piojos y nada más ponérmela me hizo un efecto rarísimo: empecé a normalizar y apoyar la violencia de género, el machismo…»; o «discriminan a la gente de tallas más grandes con prepotencia, y precisamente ellos que tienen una hija gorda». Ante tales ataques, que no solo atentan contra su negocio sino, lo que es más grave, contra su familia, quizá Olga se replantee la idea de convertirse en colaboradora televisiva, puesto que esta opción le daría un gran altavoz desde el que poder defenderse. Además, no hay que olvidar que dentro de muy poco se estrenara la segunda parte de la docuserie de Rocío Carrasco, y aunque los nuevos capítulos estarán más centrados en los Mohedano y Ortega Cano (67), seguro que la hija de «la más grande» lanzaré nuevos dardos contra Antonio David y su mujer. Por eso, si finalmente se confirma que ambos estén en conversaciones para encontrar un hueco en Mediaset, Olga no estaría en posición de desaprovechar semejante oportunidad.
SU MEJOR MAESTRA
De ahí que, pese a su negativa, todas las voces sigan apuntando al matinal que conduce Ana Rosa, donde contaría con el apoyo de Rocío Flores (24), que ya lleva unos meses trabajando en él podría hacerle más fácil la incorporación, puesto que a Moreno todavía le cuesta desenvolverse con soltura delante de las cámaras. Así quedé patente en el especial que protagonizó a su regreso de Honduras para rebatir todo lo que Rocío Carrasco había dicho sobre ella, pero en el que a Olga le falto firmeza y determinación a la hora de explicarse. De hecho, su actuación le generé numerosas críticas y muchos afirmaron que la andaluza había desaprovechado una oportunidad de oro. Sin embargo Ro podría convertirse en su mejor maestra, ya que, a pesar de su juventud, ha demostrado tener mucho aplomo y una gran capacidad para gestionar la presión mediática. Es más, quizá ya haya empezado a darle algunos consejos aprovechando que, tras el regreso de Olga de Supervivientes, pasan juntas todo el tiempo que pueden. No es ningún secreto que ambas mantienen una relación como de madre e hija y durante su estancia en la isla la andaluza confirmé que tiene una «conexión muy fuerte» con la primogénita de su marido. De ahí que estos días se hayan dejado ver desayunando juntas e intercambiándose muestras de cariño. Por su parte, Antonio David prefiere seguir lo más alejado posible de las cámaras y parece estar centrado en sus numerosos frentes judiciales. Por un lado, el que mantiene con su exmujer por la manutención de su hijo, David (22), y, por otro, el juicio que tiene pendiente contra la productora de Sálvame, a la que reclama una indemnización por perjuicio y daños morales y que se reanudará en septiembre. Además, recientemente afirmó que «también piensa a demandar a todos los colaboradores». Pero, ¿cambiará de opinión si finalmente Olga Moreno se hace un hueco en Mediaset?
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