Reconciliada con su pasado gracias a la terapia, la colaboradora vasca habla sobre su niñez en un hogar en el que había «poca felicidad, poca educación, poco amor y poco respeto».
A sus 38 años, Nagore Robles puede presumir de ser una mujer segura y con las ideas claras. Pero no siempre fue así, tal y como ha contado en un programa llamado No estamos locas, en el canal de YouTube de Luc Loren, «En general estoy bien, pero ha habido épocas complicadas», aseguré La colaboradora de televisión, a quien la ha ayudado mucho ir a terapia para reconciliarse con su pasado y aprender a lidiar con las emociones. Y es que, según confesé a corazón abierto, su niñez la marcó profundamente, «Mi infancia fue horrorosa, En mi casa hubo poca felicidad, poca educación, poco amor y poco respeto» reconoció sin tapujos. Y, aunque también guarda recuerdos bonitos de aquellos años, a los que se aferra, según confiesa, de manera «inconsciente, viví situaciones muy duras». Por todo ello, la pareja de Sandra Barneda (45) necesitó ir construyéndose un muro a modo de autodefensa. «Así es como he sobrevivido. Cuando yo salía de mi casa, me ponía la careta de que todo está bien porque era lo que nos habían enseñado. Nunca me permití estar mal», admitió. Tanto es así que reconoció que ha llegado a ser una experta en no mostrar sus sentimientos. «Yo he ido za trabajar destrozada, lo que pasa es que soy muy buena escondiéndome», aseveré.
PUNTO DE INFLEXIÓN
Sin embargo, el fallecimiento el año pasado de un ser muy querido supuso un antes y un después para la exconcursante de Gran Hermano. «Mi mejor amiga murió el año pasado de un cáncer que duró muchos años. Los días de después no sabía qué me estaba pasando, porque sentía un vacío inmenso. Nunca había dado espacio a la tristeza», recordó. Fue entonces cuando decidió coger las riendas y acudir a terapia, lo que la ayudó a conocerse mejor para saber lo que necesitaba: «Siempre he sido muy insegura. Me hubiera encantado que me enseñaran a quererme». Ahora, por fin sanada, reconoce que ya ha hecho las paces con su yo del pasado, aquel que <<sufrió tanto
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