La reina de la copla, María del Monte, no puede evitar los suspiros profundos y las miradas perdidas al hablar sobre el más reciente drama que ha envuelto a su familia. Y es que, ¡vaya tela marinera! Resulta que su querido sobrino, Antonio Tejado, ha sido acusado de ser el cerebro detrás del robo que dejó su residencia hecha un desastre junto a la también afectada Inmaculada Casal. Ahora, la pregunta del millón es: ¿cómo se siente la artista ante semejante culebrón?
La Tormenta Tras el Asalto: María del Monte Habla sin Filtro
María del Monte se planta frente a las cámaras con la determinación de un torero en plena faena, pero el dolor en su mirada lo dice todo. “A ver, os voy a contar un par de cositas”, comienza la diva, preparando el terreno para lo que promete ser un tsunami de emociones. “Primero, que nadie me pregunte cómo estoy porque… vamos, no hace falta ser un lince para adivinarlo”, lanza con una mezcla de resignación y enfado que se siente en el ambiente.
El Alivio que Aún No Llega: Entre Robos y Lágrimas
La pregunta sobre si siente algún “alivio” al ver a los presuntos ladrones entre rejas deja a María del Monte entre la espada y la pared. Con el corazón hecho añicos por la traición de uno de los suyos, confiesa que “el alivio necesita su tiempo… mucho tiempo”. Y no es para menos, ¡qué situación más penosa! “Lo que nos ha pasado ha sido un palo muy gordo, así que no pidan que nos levantemos de un plumazo. Estamos haciendo el esfuerzo, pero tampoco somos robots”, admite con una franqueza que no se ve todos los días.
“Tener mil problemas es parte del paquete, pero ¿saben qué? Aunque estemos al borde del colapso, hay que salir ahí fuera y dar la cara. Inmaculada lo hizo, ¿no? Yo al día siguiente ya estaba en el escenario, porque así es esto, hay que seguir adelante y cumplir con nuestro trabajo, que es sagrado”, recalca con un gesto que mezcla valentía y pesar.
Inocencia, Presunción y Justicia: El Difícil Equilibrio de María del Monte
Ante la insistencia de los reporteros sobre si tenía indicios sobre la participación de Antonio Tejado en el hurto, la cantante se muestra firme como una roca. “Yo no soy juez ni parte”, sentencia con voz firme, como si quisiera dejar claro que no es la reina de los juicios. “Soy una ciudadana que se rige por las leyes de este país, no tengo superpoderes ni más autoridad que nadie. No me corresponde juzgar a nadie”, remata con un tono que no admite réplica.
“Sospechar es lo más injusto que podemos hacer”, agrega con un matiz de indignación. “Yo confío en la justicia de este país, y punto. He dicho lo que tenía que decir”, zanja, como poniendo punto final a un tema que le hiere el alma.
Agradecimientos y Reflexiones Finales: María del Monte, Más Allá del Escándalo
Antes de despedirse de las cámaras, María del Monte no olvida tener un gesto de gratitud hacia la Guardia Civil y ofrece sus condolencias por la pérdida de dos agentes en acto de servicio. “Son héroes que merecen nuestro respeto”, concluye, cerrando así un capítulo que, aunque amargo, muestra la entereza y el carácter de esta leyenda de la canción española.
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