Los hijos de la princesa Carolina han robado todo el protagonismo a la mujer de su tío Alberto, quien reaparecía en familia tras negar los rumores de crisis en su matrimonio.
Familia Grimaldi 1, Charlene 0. Con este resultado acabó el primer duelo mediático que se vivió con motivo del Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 entre los sobrinos más conocidos del príncipe Alberto (64) y la mujer de este, quien reaparecía junto con su marido y sus mellizos, Jaques y Gabriella al negar días antes los insistentes rumores de crisis.
Así, mientras la sudafricana, vestida con un mono azul de la firma Terrence Bray, se empeñaba en aparentar normalidad, derrochando incluso gestos de complicidad con su marido, los hijos y los nietos de Carolina (65), que fue la gran ausente de la cita automovilística, pusieron el ‘glamour’ a la cita, pese a que en ningún momento posaron con la pareja real.
Y es que, aunque desde el palacio no se confirma ni se desmiente, parece que la relación entre ambas partes no es tan fluida como debiera.
DOS FAMILIAS ‘UNIDAS’
A pesar de estas supuestas rencillas -que se podrían haber materializado con la exigencia de la ex de Hannover de que su cuñada no sea la regente si su hermano fallece-, los Grimaldi acudieron a la cita casi al completo: Andrea (37) y Tatiana Santo Domingo (38) con sus tres hijos; Pierre Casíraghi (34) con Beatrice Borromeo (36); Carlota (35) acompañada de su hijo mayor, Raphael (8); y Alexandra de Hannover (22) con su novio, Ben Sylvester Strautmann (22).
Y, aunque cada vez cuesta más conseguir una foto así, lo más llamativo de la jornada fue otro detalle: la presencia de Sean y Gareth Wittstock, los hermanos de Charlene. Su asistencia a este tipo de actos parece que no agrada del todo en palacio, pero muchos creen que Alberto intentó demostrar así que sigue al lado de su mujer.
Periodista y comentarista en esto del ‘salseo’ y el mundo del corazón.
Paseando disfrazada de gata curiosa entres famosos y famosetes.
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