Originariamente se empleó como alimento y para cocinar, pero también ayuda a que nuestra piel y nuestro cabello estén más bellos. La manteca de karité se obtiene de las millas del árbol del mismo nombre originario del occidente de África.
Aunque en un primer momento se usaba principalmente como alimento y para cocinar, pronto las mujeres empezaron a emplearla para cuidar su piel y su cabello. Y es que sus beneficios cosméticos son muchos. Entre otras bondades, ayuda a mantener el cutis más joven, hidratado, nutrido y aterciopelado. Asimismo, la manteca también contribuye a regenerar la epidermis y es un buen antiinflamatorio. Aplicada directamente sobre el rostro a modo de mascarilla es perfecta para aportar un extra de hidratación. Además, es muy aconsejable para los labios y las bolsas que se forman debajo de los ojos. Por otro lado, es perfecta para tratar las melenas quebradizas y estropeadas. Basta con poner un poco en las puntas.
Redactora de GATITAROSA.COM Experta en nutrición y dietética. Actualmente, lleva la sección de alimentación y nutrición de la revista.
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