Hacía más de un año que Carlos Lozano (59) no se ponía delante de las cámaras y en su reaparición él mismo ha explicado el porqué de esta ausencia:
«Estoy desaparecido porque he querido y me hacía falta perderme. Yo tenía un desorden muy grande y necesitaba organizar mi vida».
Y parece que estos meses alejado de las polémicas que protagonizo en sus últimas apariciones públicas le han sentado de maravilla y ha cambiado las cámaras por los ladrillos, convirtiéndose en un auténtico manitas.
«Me estoy haciendo una casa en el campo con un huerto, cabras, gallinas…», ha confesado, asegurando que se levanta a las seis de la mañana y que se pasa más de doce horas poniendo ladrillos.
Aun así, confiesa estar feliz:
«Los fines de semana me divierto en Madrid y entre semana me voy al campo solo, aislado y recargo pilas. Es que me gusta mucho la naturaleza y tirarme temporadas por ahí perdido. Un plan muy idílico que, por el momento, no quiere compartir con nadie: «El amor llega cuando llega, no hay que buscarlo.
La última vez que me enamoré fue de Miriam, pero ahora llevo un año y medio sin nadie. La próxima vez que esté con alguien será con una buena persona porque no puedo cometer errores que ya cometí».
En cuanto a su carrera de presentador, adelanta que ya está en marcha para retomarla:
«Volveré porque me han hecho ofertas».
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