El presentador desvela que el ictus le hizo caer en un pozo del que ha conseguido salir gracias a Ia terapia y el tratamiento:
“Llevo cuatro meses medicándome y ha sido providencial”.
A punto de despedir el 2019, J. J. Vázquez ha hecho balance de los últimos doce meses y ha confesado lo mal que lo ha pasado:
“Este ha sido un año muy duro, uno de los peores de mi vida”.
Y es que, a pesar de estar ya muy recuperado de la operación a la que fue sometido a primeros de mes, el aneurisma que sufrió en marzo le pasó una gran factura, aunque más a nivel psicológico que físico. Así lo ha reconocido él mismo en una dura entrevista en la que desvela las secuelas que le dejó su problema de salud:
“Después del ictus sufrí estrés postraumático, toqué fondo. Me vi muy triste, con muchas angustias, miedos y apatías y sin ninguna ilusión por nada“
Tanto es así que el presentador reconoce que estuvo a punto de tirar la toalla y renunciar a sus compromisos profesionales:
“Creí que no podría empezar la temporada televisiva, me sentia vacio por dentro, sin capacidad de sentir ni de emocionarme por nada».
Según cuenta, el pozo tan profundo en el que cayó le hizo pensar que, a sus 49 años, ya no tenía futuro por delante.
“Te encuentras con que la muerte ya no es una idea, es un hecho y te puede pasar en cualquier momento. Y yo pensaba que mi vida había llegado a su fin y que lo único que me quedaba era pasarla sin pena ni gloria”
PROCESO DE RENACIMIENTO
En ese estado, el presentador decidió pedir ayuda y el diagnóstico no dejó lugar a dudas:
“Fui a un psiquiatra y me diagnostico depresión“.
Afortunadamente, el tratamiento empezó a hacerle efecto rápidamente y, poco a poco, Jorge está volviendo a ser el que era:
“Llevo cuatro meses medicándome y ha sido providencial. Me ha aportado equilibrio, estabilidad, tranquilidad y me encuentro, otra vez, en un proceso de renacimiento”.
PENSABA QUE MI VIDA HABÍA LLEGADO A SU FIN Y NO TENÍA ILUSIÓN POR NADA
De hecho, el presentador -que se reincorpora hoy al trabajo para conducir la final de ‘GH VIP’-, afirma que ha recuperado la ilusión perdida y reconoce que, de nuevo, afronta con gran optimismo el futuro:
“Ahora empiezo a estar como antes, me siento muy afortunado con la vida que tengo y me gusta muchísimo”.
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