Jaime Peñafiel a corazón abierto

El periodista confiesa que no ha superado el fallecimiento de su única descendiente, Isabel, a los 21 años: «Me perseguirá siempre»

«Cuando se muere una hija, es terrible»

A lo largo de sus 90 años de existencia, Jaime Peñafiel ha vivido todo tipo de momentos, tanto felices como desgraciados. De estos últimos, siempre ha conseguido recuperarse, salvo una vez: la muerte de su hija, Isabel, en junio de 1995, cuando esta tenía tan solo 21 años, debido a la droga. Así lo ha contado en una entrevista a corazón abierto en ‘Duele porque importa’, el programa que presenta Joaquín Prat (47), en el que ha reconocido que es, sin lugar a dudas, «lo peor» que le ha pasado en la vida.

Cuando se muere una hija, la única, eso es terrible. Es una herida que se me abre continuamente, explica con sinceridad el granadino, que también admite que todavía hoy, 27 años después de aquella gran pérdida, aún lamenta el papel que ejerció entonces, muy distinto al de su esposa, Carmen Alonso: «Me negué a ver el cadáver porque tenía pánico. Fue su madre la que asumió todo, lo que también me avergüenza. Es algo que no he superado, que me perseguirá siempre».

Fayna Bethancourt, aterrorizada

Después de aquel duro golpe que el destino le propino, Peñafiel recibió el apoyo y el cariño de muchos amigos y conocidos, como el jefe de la Casa Real en aquel momento, el general Sabino Fernández, que le contó que pocos días antes había muerto también su sexto hijo. «Me Vino a dar el pésame y me dijo que lo mío era peor porque se me había muerto mi única hija y a él todavía le quedaban cuatro…», recuerda.

Esta no es la primera vez que el célebre cronista de la Familia Real Habla de la muerte de Isabel. En ocasiones previas contó que recibió sentidas condolencias por parte de la Casa Real, pero no como él esperaba: «Juan Carlos (85) me llamó enseguida, la reina Sofía (84) no. Tardo un mes en darme el pésame y lo hizo con una carta. Siempre ha sido muy digna, una gran sufridora, pero aquello me dolió mucho».