Aunque sigue despertando una gran fascinación, la ‘reina de corazones’ prefiere la calma de su hogar al ‘glamour’ de la vida social, que no echa de menos:
“Cada fase tiene algo mágico, pero ahora estoy en un momento muy feliz”.
Isabel Preysler ha sido siempre sinónimo de elegancia, belleza y saber estar, y su figura ha despertado durante décadas interés y una gran atracción. Ese ha sido su secreto para ser, todo ese tiempo, la ‘reina de corazones’ de nuestro país. Sin embargo, de un tiempo a esta parte la madre de Enrique Iglesias se ha ido alejando de las cámaras y los focos y sus apariciones públicas son cada vez mas esporádicas. Con el paso de los años se ha vuelto mas hogareña y ahora, recién cumplidos los 69, atraviesa sin duda su etapa mas discreta. Aun así, confiesa que esta disfrutando de ella y no añora su años como estrella de toda las fiestas:
“Cada etapa tiene algo mágico y creo que no podría quedarme solo con un recuerdo concreto. Ahora, por ejemplo, estoy en un momento muy feliz de mi vida y no me importaría darle al ‘stop’”.
En esa felicidad tienen mucho que ver los pequeños de la familia. Y es que ejercer de abuela es ahora su mayor ilusión.
“Mis nietos son mi pasión, se me cae la baba con todos. Tienen unas ocurrencias maravillosas con las que te mueres de risa. Cuantos mas tenga, mas feliz seré”, asegura.
Ademas, la estabilidad que ha encontrado junto con Mario Vargas Llosa también parece haber influido en que Isabel haya rebajado §considerablemente su perfil público. Cuando empezaron a salir, en 2015, ambos pasearon su amor por todo el mundo y durante un tiempo acudían juntos a todos los sitios, pero ahora solo lo hacen a cosas puntuales_
Según se se dijo en su momento, este cambio de actitud se debió a que, al parecer, la imagen publica y el prestigio del premio Nobel se estaban empezando a ver afectados por su presencia cada vez mayor en eventos relacionados con el mundo del ‘colorín’.
Y también por acudir a otros actos mas serios del brazo de Isabel, quien, a pesar de su saber estar y su exquisita educación, siempre ha estado relacionada con la prensa sobre vida social.
Así pues, quienes los conocen bien aseguran que Preysler decidió frenar esta situación y vivir su amor de puertas para adentro. Sin embargo, esto no es nuevo para ella, puesto que durante su matrimonio con Miguel Boyer ya estuvo también muy desligada de la vida publica. En aquel entonces si llamó la atención, puesto que hasta ese momento había sido una de las ‘socialités’ mas importantes de nuestro país desde que llegase a él en 1969. Aquella joven filipina de 18 años que conquisto con apenas una mirada al por entonces soltero de oro Julio Iglesias y después al marqués de Grinón despertaba una fascinación entre el publico nunca vista hasta el momento. Sola o acompañada de su inseparable amiga Carmen Martinez-Bordiu -que también acaba de cumplir 69 anos-, dotaba de ‘glamour’ cualquier fiesta y se movía como pez en el agua en los ambientes mas exquisitos de todo el mundo.
Las grandes firmas se la rifaban como imagen y como representante de Porcelanosa llegó incluso a codearse con Carlos de Inglaterra. Eso si, a pesar de su constante presencia en los medios, supo proteger muy bien su intimidad y, precisamente por eso, todo lo relacionado con ella creaba mucha expectación.
Y eso no ha cambiado con los años. Cualquier detalle que revela sobre su vida es recibido con entusiasmo por el público, como que es ella quien le elige la ropa a Mario o que ha empezado a usar deportivas.
Pero resulta especialmente interesante si esta relacionado con sus secretos de estilo o de belleza. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta su impecable aspecto rozando los 70.
Según acaba de desvelar, las prendas básicas de su armario -que no esta “tan ordenado” como le gustaría- son “unos vaqueros y una camisa blanca”.
Y no descuida sus cuidados faciales ni siquiera fuera de casa, de ahí que asegure: “Siempre viajo con mis cremas y con mi almohada”.
Dos amigas con vidas paralelas
Ademas de cumplir los mismos años con solo una semana de diferencia, Isabel Preysler y Carmen Martinez-Bordiú han llevado trayectorias muy similares. Así, al igual que su amiga, la duquesa de Franco decidió alejarse de la vida pública hace unos años y se mudo a Portugal por amor a su novio: el surfista Hmothy McKeague. Y también como la filipina, Carmen disfruta mucho de su papel de abuela.
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