Las palabras del DJ con las que carga sin piedad contra Isa y desvela un asunto muy íntimo han provocado en la joven un daño irreparable que no piensa olvidar. «Mi hermano no me quiere y es muy duro», asegura.
Cuando parecía que las cosas no podían ponerse peor en el clan Pantoja, Kiko Rivera (37) ha concedido una brutal entrevista en la que ha dinamitado cualquier posibilidad de reconciliación con su familia. La peor parada ha sido Isa Pantoja (26) al desvelar el episodio más oscuro de la vida de la joven.
El DJ ha contado en ‘Lecturas’ que en una ocasión tuvo que intervenir para frenar un intento de suicidio de su hermana y que le dio «una bofetada». Un relato impactante al que se suman una serie de descalificaciones hacia Chabelita, de la que habla con sumo desprecio: «No la considero mi hermana y ahora ya hablamos de sangre. Me da igual lo que le pase, que se olvide de mí, no quiero saber nada de ella, así soy más feliz, que le den».
TRISTE Y DESILUSIONADA
Ante tal ataque, Isa se ha quedado completamente destrozada porque, aunque la relación con Kiko no atraviesa su mejor momento, nunca hubiese esperado algo así. «Para mí es mi hermano, ha cometido muchos errores, pero no pensaba que jamás contaría esas cosas para hacerme daño», confesó emocionada en ‘El programa de Ana Rosa’, además de preguntarse totalmente abatida:
«No sé de donde sale tanto odio. Siempre me ha hablado con superioridad, con rencor, pero queda claro el odio tan tremendo que me tiene. Pienso en qué he podido fallar y creo que ni él mismo me lo puede explicar». A la colaboradora le está pasando una gran factura emocional este asunto y es que las palabras de Kiko le han hecho darse cuenta de cruda realidad:
«Mi herma no me quiere y es mu duro». Consciente quizá daño que le ha hecho, él le envió un mensaje pidiéndole perdón, pero no es consciente para Isa: «No es algo que yo necesite, para mí como si no lo hubiera recibido, la verdad». Mientras sopesa la posibilidad de emprender acciones legal contra Kiko, ahora la prioridad de Isa es mantener al margen de esta polémica a su hijo, Alberto (8).
«Tengo que buscar la fuerza donde sea». Eso sí, tiene claro que Kiko ha cruzado una línea roja y que ya no hay posibilidad de volver hacia atrás
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