La sevillana se vuelve a olvidar de sí misma por apoyar a Kiko
El DJ sigue en el centro de la polémica por sus enfrentamientos familiares y su errática actitud, que, aseguran, tiene muy preocupado a su entorno. Su mujer ha optado por defenderle de forma incondicional en todas sus decisiones.
Las impulsivas reacciones de Kiko Rivera (37), su actitud con la prensa desde que murió su abuela y los brutales dardos que ha lanzado contra su hermana y su prima han llevado a pensar a muchos que el DJ se encuentra en un momento delicado.
Y es que da la sensación de que ni la reconciliación con su madre ha aliviado su malestar. Por si fuera poco, todas estas polémicas le podrían estar pasando factura a nivel profesional, ya que, según una publicación, su discográfica le habría dado un toque de atención para que se mantenga en un perfil bajo.
«No gusta nada que su vida sea un circo televisado. Su imagen se está devaluando y, al final, el interés únicamente recae en su vida personal. Esta sobreexposición no le beneficia si lo que quiere es dedicarse a la música», ha explicado una fuente cercana a la revista ‘Semana’, que argumenta que ese es el motivo por el que ha borrado todas sus fotos de Instagram.
A todo esto se suman los constantes rumores que apuntan a una ruptura sentimental entre él e Irene Rosales (30) debido a las posibles infidelidades del cantante.
«HA PEDIDO AYUDA»
Está claro, pues, que los problemas se le acumulan al DJ, que, además, ha mostrado un comportamiento que muchos censuran y ‘que tendría muy preocupado a su entorno, incluida su madre, tal y como desvelado la periodista Paloma García Pelayo (58).
Teniendo en cuenta todo esto, algunos colaboradores apuntan ya a una posible recaída en sus adiciones.
«Sé que necesita ayuda y que la ha pedido. Se comprometió en público a seguir un programa de rehabilitación con Solía Cristo (38) y no lo hizo. No sé hasta qué punto se lo va a tomar en serio», ha apuntado Maria Patiño (50).
Esta información también ha llegado a los oídos de Isa Pantoja (29):
«Estoy preocupada por su salud. Una persona que esta así no se va a curar sola. Si él tiene problemas, debería ir a un profesional».
Pero tras esta insinuación, la respuesta de Irene Rosales ha sido contundente;
«No he visto nada y tampoco tengo interés en lo que ha dicho Isa».
De esta manera, la sevillana, la única que de verdad sabe lo que está pasando en su casa, ha preferido correr un tupido velo ante el tema. Aunque hay que recordar que ella misma se refirió a este problema de su marido reconociendo sus temores:
«Su recuperación fue algo duro y tendré miedo a una recaída toda la vida». Sin duda, ese silencio por el que ha optado ahora es la mejor forma que ha encontrado de proteger a su marido.
CONTRA VIENTO Y MAREA
Y es que Irene ha vuelto a convertirse en la fiel escudera del DJ, dando la cara por él en varias ocasiones mientras él ha permanecido callado. Ante los rumores sobre una crisis matrimonial, fue ella la que la desmintió a golpe de llamada en ‘Sálvame’.
Días después negó las informaciones que apuntaban a una mala relación entre Kiko y sus hermanos publicando una imagen en la que aparecían todos juntos y felices.
Pero su protección a Kiko va incluso más allá. Lejos de su habitual forma de actuar, manteniéndose siempre al margen de las disputas familiares de su marido y sin posicionarse, ahora llama la atención que no se haya pronunciado sobre los duros ataques que Rivera ha lanzado a su prima Anabel (35).
Más cuando siempre ha mantenido que la relación entre las dos era excelente. El apoyo de Irene al cantante también es evidente en su cambio de actitud con la prensa. Y es que atrás ha quedado la amabilidad con la que siempre atendía a los reporteros, incluso aunque no hiciera declaraciones, y ahora se muestra molesta y enfadada con los compañeros de los medios.
A esto se suman los últimos movimientos de la pareja: la intervención de la sevillana en un videoclip del DJ; y la aparición de ambos juntos y cómplices en un programa de la televisión gallega, donde incluso bromearon sobre lo mucho que le gustan las mujeres al primogénito de la Pantoja.
Una evidente prueba de que, al menos de cara a la galería, Irene no piensa dejar solo a su marido y batallara contra viento y marea para defenderle.
Deja una respuesta