La primogénita de Guillermo y Máxima de Holanda vive encerrada en palacio y alejada de sus amigos después de que su nombre haya aparecido en la lista de posibles objetivos de una peligrosa mafia.
A sus 18 años, Amalia de Holanda debería estar viviendo una de las etapas más felices de su juventud. Tras comenzar sus estudios superiores de Políticas, Psicología, Derecho y Economía en la Universidad de Ámsterdam el pasado mes de septiembre, la heredera al trono tenía pensado mudarse con unas amigas al apartamento que sus padres habían alquilado.
Sin embargo, sus planes se han visto frustrados por causa de fuerza mayor y, ahora, la hija de los reyes Guillermo (55) y Máxima (51) no solo no va a poder disfrutar de una vida universitaria, independiente y bohemia como otros jóvenes de su edad, sino que apenas tiene permitido salir de palacio. El motivo por el que la princesa está aislada es porque ha sido amenazada por una peligrosa mafia.
«LO GESTIONA BIEN»
Tal y como desveló en septiembre el diario ‘De Telegraa’, su nombre aparecía «en unos mensajes encriptados del crimen organizado sobre un supuesto ataque o bien un secuestro». Por eso, los monarcas holandeses no han dudado en extremar las medidas de seguridad para su hija mayor. Amalia no puede vivir ahora en Ámsterdam. Eso tiene enormes consecuencias para ella porque significa que no puede llevar una vida de estudiante como los demás y que no puede salir.
Va a la universidad y ya está, han asegurado sus padres, apenados por la «dura» situación que afronta la princesa. No obstante, según Máxima, la joven está llevando bien la situación: «No es agradable ver a tu hija infeliz, pero estoy orgullosa de como lo gestiona».
Melissa Reginald es una experta en Casas Reales, y a la que muchos consideran como la Jaime Peñafiel en la sombra. Poco amiga de los medios audiovisuales porque siempre ha sido muy celosa de su intimidad. Sabe mucho. Habla lo justo.
Deja una respuesta