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El huracán Taylor Swift

Taylor Swift, llegar, cantar y arrasar: más de tres horas de delirio musical, hasta quince modelitos y mucha purpurina

El huracán Taylor Swift arrasó con todo a su paso en la primera de sus dos noches en Madrid. La cantante estadounidense volvió a la capital después de más de una década, y lo hizo a lo grande.

Santiago Bernabéu: la nueva casa de los swifties

El renovado Santiago Bernabéu, el emblemático estadio del Real Madrid, cambió de dueño por unas horas y pasó a ser propiedad exclusiva de los swifties, como se llaman los seguidores de Taylor. Fueron días de colas interminables bajo un sol de justicia, mucha espera e infinitas dosis de paciencia -especialmente para los sacrificados padres de los adolescentes- que culminaron en el evento del año en España, lleno de magia, color, lentejuelas y purpurina. Y ruido. Mucho ruido para arropar a su diva durante las tres horas y media que duró el show.

Paramore, la antesala del espectáculo

Antes de que Taylor apareciera en el espectacular escenario, sus teloneros, Paramore, animaron la espera con un show de unos cuarenta minutos.

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El inicio del espectáculo: Miss Americana And The Heartbreak Prince y Cruel Summer

Y, por fin, llegaba lo mejor. La espera había terminado y, entre el delirio colectivo, Taylor apareció -saludando en español a sus fans- con Miss Americana And The Heartbreak Prince para luego seguir con Cruel Summer. Así arrancaba la escala española de la gira The Eras Tour, que sumará 152 espectáculos en cinco continentes y que le permite repasar algunas de las canciones más icónicas de su extenso repertorio.

Taylor se gana al público español

Entonces, hizo su primera pausa, casi obligada, donde agradeció a los espectadores su presencia con un “muchas gracias” y un “encantada de conoceros” en perfecto castellano que hizo que el Bernabéu se viniese abajo. “Es excitante estar ante 65.000 personas en Madrid”, aseguró. “Madrid, tú y yo vamos a irnos en una gran aventura juntos”, dijo la superestrella mundial del pop. Algo que, por cierto, cumplió con creces.

Desfile de éxitos y modelitos

Así, fue dando paso a sus mayores éxitos. Desde Love Story hasta Karma, pasando por We Are Never Ever Getting Back Together –con un guiño hacia el público español cuando uno de sus bailarines sustituyó un “never ever” por “ni de coña”–, You Need to Calm Down, I Knew You Were Trouble, Wildest Dreams, Bad Blood, Shake It Off o Mastermind y, a piano, Champagne Problems, uno de los temas más esperados. Taylor hizo uso de todo tipo de recursos, como vídeos, bicicletas, palos de golf, bailarines, modelitos varios –lució alrededor de 15– y fuegos artificiales, para entretener a los fans.

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Fresh Out the Slammer: una exclusiva para Madrid

También con el piano, la artista estadounidense cantó Fresh Out the Slammer por segunda vez en vivo -la primera fue en Lisboa- desde que lanzó este pasado abril su último álbum, The Tortured Poets Department. Además, como es tradición en los conciertos de Taylor, deleitó al público español con canciones sorpresa como Sparks Fly, I Look in People’s Windows y Snow On The Beach.

Un show completo: música, baile y emoción

Y así, entre canción y canción, Taylor se movió, bailó, tocó instrumentos, rio, emocionó y, sobre todo, cantó -con bastante solvencia- hasta sumar nada menos que 45 temas en total.

Un evento inolvidable para Madrid

En resumen, fue un concierto que paralizó -y seguirá paralizando, porque este jueves se atreverá con el segundo- Madrid durante días. Duró más de tres largas aunque fugaces horas y sirvió para honrar a la que, por méritos propios y sin ninguna discusión, es la artista del momento, la más exitosa, la más seguida y la mejor pagada del mundo. Su show, al menos, lo vale.


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