Su operación de corazón ha hecho estallará guerra entre Ana Maria y Conchi, que acusa a su cuñada de no cogerle el teléfono. «Esto no ayuda a mi salud», ha reconocido el torero
Dicen que los problemas nunca vienen solos. En el caso de José Ortega Cano (67), a su reciente operación de corazón hay que sumar ahora un desencuentro familiar que le tiene muy disgustado. Sin haberse recuperado aún del cateterismo que le practicaron recientemente, su hermana, Conchi Ortega, y su mujer, Ana María Aldón (42), protagonizaban un tenso enfrentamiento que ha dejado de manifiesto viejas rencillas del pasado. «La he llamado 30 veces y no me lo coge, y lo paso fatal», le reprochaba la hermana del torero a la gaditana. «A mí no me ha llamado ni una sola vez. Ninguna… Qué necesidad de mentir, no entiendo esa inquina conmigo», respondía muy enfadada Aldón.
FIRME PROMESA
La colaboradora no quiso entrar en más detalles para evitar que su marido se disgustara y era el torero el que decidía aclarar las cosas. Y, aunque quiso disculpar a su hermana públicamente, no pudo ocultar que este tipo de situaciones le afectan; «Esto no ayuda a mi salud», aseguraba. Sin embargo, y pese a las explicaciones del diestro sobre un malentendido en las llamadas, la situación no se ha calmado. Ana Maria no olvida que tras su salida de Supervivientes su cuñada la insultó gravemente sin aparente motivo y sigue sin comprender esta actitud. «No estoy pasando por mi mejor momento. Me he prometido recuperar la alegría, la paz y la armonía, que andan distraídas», ha escribo en sus redes sociales manifestando cuanto le ha afectado esta situación.
OTRA HERIDA ABIERTA
El libro de memorias de Jesús Mariñas amenaza con sembrar una nueva polémica. En él, el periodista habla de la sexualidad de Rocío jurado, pone en duda su amor con Ortega e insinúa que el torero tenía problemas con la bebida. Tal es el escándalo que Rocío Carrasco habría decidido demandarle, algo que también estaría pensando hacer el diestro.
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