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Carlos III: El enemigo en casa

Los comienzos del nuevo monarca en el trono británico no están siendo nada sencillos. A los problemas con Harry y Meghan y su baja popularidad se une la conspiración fallida del duque de York para que no fuera rey.

Una vez enterrada Isabel II, cuyos restos descansan eternamente en el castillo de Windsor, y pasados los emotivos e intensos días de luto y exequias por su fallecimiento, se puede decir alto y claro que el reinado de Carlos III (73) ha comenzado su andadura. Y lo ha hecho, en contra de lo que habría deseado su madre, de una manera un tanto turbulenta.

Serial incipiente de que sus años al frente de la monarquía británica van a tener más espinas que rosas, algunas de las cuales han regresado al presente desde el pasado. Es el caso de una supuesta conspiración liderada por el príncipe Andrés (62) hace unos años para intentar cambiar la línea de sucesión al trono. Así lo desvela un nuevo libro biográfico sobre Camila (75), la actual reina consorte, escrito por Ángela Levin.

Al parecer, el duque de York, que siempre ha tenido una relación bastante tensa con su hermano mayor, habría encabezado hace décadas un cónclave secreto para sustituir a Carlos por el príncipe Guillermo (40) como heredero a la Corona, reservándose para él mismo el papel de regente en el caso de que la reina muriese antes de que su sobrino cumpliera la mayoría de edad. Según la autora de la obra, Lady Di también se habría sumado a su cuñado por aquel entonces para intentar apartar a su marido de su destino como monarca.

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Obviamente, el complot no tuvo éxito, pero el hecho de que se haya conocido ahora su existencia, justo cuando Carlos es el nuevo soberano, ha provocado tanto asombro como indignación en toda la Sociedad de Reino Unido.

Principe Andres de Inglaterra - Carlos III: El enemigo en casa

EN CONTRA DE SU BODA

Para más inri, el reinado de su hermano mayor no es lo “único” que trata de impedir el ahora defenestrado Andrés, ya que, tal y como cuenta Levin, hizo lo posible y lo imposible para frustrar la boda de Carlos y Camila: «Trató de convencer a su madre para que impidiera que se casaran, mostrándose bastante venenoso, malo y desagradable con su ahora cuñada».

En aquella ocasión, Andrés tampoco se salió con la suya, pero esto empeoró aún más sus relaciones con Carlos, quien ahora no ha dudado en mostrarse impasible a la hora de apartar al exmarido de Sarah Ferguson (62) de la familia real después del escándalo Epstein.

LA TENSIÓN CONTINUA

Pero su mala relación con el duque de York no es el único escollo, ni mucho menos, al que se enfrenta el nuevo monarca. Las tensiones existentes con Harry (38) y Meghan (41) son, sin duda, uno de sus mayores quebraderos de cabeza. Lejos de aplacar la tormenta, las exequias de Isabel II no han hecho sino agrandar la brecha entre ellos.

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Los Sussex no se sintieron bien recibidos y Harry no parece dispuesto a tolerar que su padre deje a un lado a su esposa, ya que, tal y como ha trascendido, Carlos si convoco a su benjamín a la cena celebrada en Balmoral la noche de la muerte de la reina, pero no a la actriz, motivo por el que el hermano del príncipe de Gales (40) declinó la invitación.

Aún está por ver como evolucionan las cosas en el futuro cercano, pero por el momento ya se conoce que la autobiografía de los duques se pospondrá unos meses porque se van a realizar unos cambios. Por si todo esto fuera poco, Carlos tampoco está destacando en sus primeros días como rey por su humildad y empatía con el pueblo. No en vano, su popularidad sigue siendo más baja que la de Guillermo (40) y Kate (40), y la de Camila, reina consorte, se encuentra al mismo nivel que la de Markle.


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