¡Ay, ay, ay! Parece que el hijo de Camilo Sesto, Camilo Blanes, no se cansa de protagonizar escándalos y polémicas en su vida. Y es que según su madre, el chaval está pasando por una espiral autodestructiva de las que te hacen temblar los huesos. Lo último que ha hecho este muchacho ha sido publicar una foto que ha dado mucho que hablar.
La imagen en cuestión ha dejado a todo el mundo con la boca abierta. Camilo ha aparecido vestido de mujer, con el pelo negro y un flequillo que le caía por la cara. ¿Es un hombre trans? ¿Es una broma? ¡¿Qué demonios está pasando aquí?! Algunos fans han mostrado su apoyo y comprensión, pero otros no han dudado en mostrar su transfobia y hacer comentarios desalmados. ¡Qué poquito nos cuesta juzgar a los demás sin saber nada de sus vidas!
Por el momento, Camilo no ha dado ninguna explicación al respecto, así que nos queda seguir dudando sobre lo que ha llevado a este joven a aparecer así en público. Lo que sí sabemos es que su entorno está muy preocupado por él, y que su salud tanto física como mental está en juego. Su madre ha hablado abiertamente del tema, asegurando que lleva tiempo buscando ayuda para su hijo pero que se encuentra con muchas dificultades para encontrarla.
El joven vive en la casa que heredó de su padre, en Torrelodones (Madrid), y según algunos allegados, se encuentra rodeado de “destrucción y caos”. ¡Menudo panorama! Su madre ha desmentido que Camilo esté pasando por una depresión a causa de la muerte de su padre, pero no ha querido dar más detalles sobre el estado de salud del joven. Y es que, como bien ha dicho ella, “esta enfermedad es muy cruel. Hay quienes la entienden y otros la juzgan duramente sin saber lo que hay detrás. Camilo es una buena persona que ha pasado por mucho”.
Lo que está claro es que Camilo Blanes sigue dando que hablar y que su vida está siendo un auténtico culebrón. Solo esperamos que todo se solucione de la mejor manera posible y que este joven pueda encontrar la ayuda que necesita para salir de esa espiral autodestructiva en la que se encuentra inmerso. ¡Ánimo, Camilo!
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