La sudafricana no acompañó a su marido y a sus hijos al Festival de Circo de Montecarlo, una de las citas más especiales para los Grimaldi desde hace décadas, lo que ha despertado de nuevo las alarmas por su estado de salud.
Todo parece indicar que el proceso de recuperación de Charlene de Mónaco (44) va a ser más largo de lo que se pensó cuando la pasada primavera retomo su agenda oficial como princesa monegasca tras un año alejada de la vida pública, primero en Sudáfrica y después en una clínica en Europa.
Su ausencia en la 45ª edición del Festival de Circo de Montecarlo una de las citas más especiales para los Grimaldis lo que ha hecho saltar de nuevo las alarmas por su estado de salud. La sudafricana no asistió a la inauguración, que estuvo presidida por Alberto (64) y EsteFania (57). Y tampoco acompañó dos días después a su marido, ni a sus pequeños, Jacques y Gabriella (8), a una divertida sesión circense, en la que los príncipes contaron con la compañía de Camille Gotlieb (24) y Louis Ducruet (29).
A pesar de que los niños disfrutaron del espectáculo junto con su padre y sus primos, la tristeza por la falta de su madre, una vez más, en un evento tan especial era evidente en sus rostros.
El hecho de que no haya habido ningún comunicado oficial para explicar los motivos por los que Charlene no asistió, unido a que tampoco viajó a Atenas con su esposo para el funeral de Constantino de Grecia el pasado 16 de enero, ha despertado de nuevo la preocupación por ella.
A todo esto se suma que, según ha informado la prensa francesa, los padres de la nadadora han abandonado su tierra y se habrían instalado en La Turbie, una ciudad muy próxima al Principado; para apoyar a su hija en su proceso de recuperación. Fuentes cercanas a su entorno aseguran que Charlene se siente «segura y protegida» con su familia.
La última vez que la princesa estuvo presente en un acto público fue el 4 de enero, durante las exequias de monseñor Bernard Barsi en Mónaco.
Melissa Reginald es una experta en Casas Reales, y a la que muchos consideran como la Jaime Peñafiel en la sombra. Poco amiga de los medios audiovisuales porque siempre ha sido muy celosa de su intimidad. Sabe mucho. Habla lo justo.
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