Ruvens aclara lo que piensa de Óscar

Ruvens se pronuncia sobre los sentimientos de Óscar hacia él: “No me va a hacer el lío”

Los dramas amorosos en Gran Hermano son más jugosos que un culebrón venezolano, y ahora tenemos un nuevo capítulo en el que los sentimientos empiezan a aflorar. El protagonista de esta historia no es otro que Óscar, quien no ha sido precisamente discreto a la hora de mostrar que siente algo por Ruvens. ¡Sí, señores! Parece que el chico tiene su corazón en llamas, pero… ¿qué piensa el destinatario de todo este torrente de emociones? ¿Estamos a las puertas de un romance o más bien de un desastre anunciado?

Hace unas horas, repasábamos quién anda detrás de quién en la casa más famosa de la televisión, y recogíamos que el interés de Óscar hacia Ruvens no es un simple capricho pasajero. El chico lo ha dejado claro ante varios compañeros, así que aquí no hay espacio para la ambigüedad. La cuestión es: ¿serán esos sentimientos correspondidos? Pues ya no hay que especular más, porque el propio Ruvens ha hablado, y lo que ha dicho no tiene desperdicio. ¡Atentos, que esto promete!

Óscar y sus confesiones (o cómo lanzarse sin paracaídas)

Lo primero es lo primero. Óscar, que al parecer ha dejado de lado a Vanessa y Daniela tras su expulsión, decidió dar el paso y no guardarse lo que siente por Ruvens. ¿Quién necesita discreción cuando el corazón manda? Hace unos días, en un ataque de sinceridad brutal, le confesó a Luis/Diego que Ruvens le atraía. ¡Y ahí no se quedó! No, no. A medida que han pasado los días, el chico ha ido soltando prenda a diestro y siniestro, hasta llegar a contarle a Maica y Elsa, el viernes por la tarde, que Ruvens le gusta. Directo al grano.

Por si esto no fuera suficiente para armar un buen jaleo en la casa, la noticia voló más rápido que los chismes de patio de colegio. Ruvens, como no podía ser de otra manera, se enteró de todo. Y, claro, no se quedó callado. Lo que tenía que decir lo dijo clarito y sin rodeos, porque si hay algo que le sobra a este chico es sinceridad.

Ruvens reacciona: “A mí el lío él no me lo va a hacer”

Y llegamos al meollo del asunto. Durante una conversación con Maite y Edi en el dormitorio, Ruvens finalmente soltó lo que pensaba sobre los sentimientos de Óscar hacia él. ¿Y qué dijo? Pues algo que dejó claro desde el principio: “A mí el lío él no me lo va a hacer”. ¡Toma ya! Nada de confusiones ni medias tintas. Al parecer, Ruvens ya lleva un buen rato viendo venir la jugada, y aunque ha intentado mantenerse en calma, llegó el momento de explotar. Según sus propias palabras: “Llevo toda la tarde haciéndome el gilipollas hasta que exploté en ‘el súper’”. ¿Y quién lo culparía? La paciencia tiene un límite, incluso en el universo de Gran Hermano.

Pero Ruvens no se quedó ahí. En su discurso, mostró su hartazgo ante la situación: “Si te quieres montar una historia para quererte, te la montas o te haces una p*. Estoy evitándolo y cuando me plante, me voy a plantar bien. Búscate lo que te dé la gana”**. ¡Boom! Sinceridad al 100%. Ruvens no está dispuesto a dejarse arrastrar por un supuesto juego de seducción que, desde su punto de vista, no tiene ni pies ni cabeza.

Edi opina, y Ruvens responde: “Le he dado medio dedo y se ha venido hasta aquí”

Como suele pasar en este tipo de situaciones, siempre hay alguien dispuesto a meter más leña al fuego. En este caso, fue Edi quien soltó el comentario de que Óscar había insinuado que a Ruvens le gustan los chicos, porque “eso él lo nota”. Vamos, que Óscar estaba convencido de que ahí había algo, pero Ruvens rápidamente desmontó esa teoría con una respuesta de lo más tajante: “Le he dado medio dedo, por tener buen rollo con él, y él se ha venido hasta aquí”, decía mientras se señalaba el hombro. ¡Este chico no se anda con rodeos!

Lo que está claro es que a Ruvens no le hace ni pizca de gracia cómo está evolucionando esta situación. Desde su punto de vista, Óscar se ha montado una película de amor que no tiene absolutamente nada que ver con la realidad.

Estrategias y conspiraciones: ¿un lío amoroso para salvarse de la nominación?

Aquí es donde la cosa se pone interesante. Tanto Ruvens como Edi y Maite tienen la sospecha de que todo este “amor repentino” de Óscar podría ser una estrategia para ganarse un lugar en el concurso. No olvidemos que Óscar está nominado, y en Gran Hermano, cualquier excusa es buena para llamar la atención y evitar la expulsión. Ruvens lo tiene clarísimo: “Está todo el día diciéndome ‘es que no te das cuenta’, haciéndose el tonto. Me está intentando hacer el lío, lo he visto venir rápido”. Y no es cualquier lío, claro, sino un “lío amoroso” en toda regla.

Lo más interesante es que Ruvens no está dispuesto a entrar en el juego. “Yo no voy a ser el circo para que él se quede porque no le he dado ni esta. Además, he sido bastante cortante con él”, afirmaba de manera tajante. Aquí no hay lugar para las dudas: Ruvens no tiene ninguna intención de dejarse arrastrar por el drama que Óscar está intentando crear.

La encrucijada de Ruvens: “Si le digo que es lo peor, se hará la víctima”

El problema, como bien explica Ruvens, es que esté en una encrucijada bastante complicada. Si decide ser claro y decirle a Óscar “eres lo peor, tal y cual”, el chico podría hacerse la víctima y generar aún más drama. Pero si sigue hablando con él y mantiene una actitud simpática, entonces podría parecer que está jugando con él. Vamos, que no hay una salida fácil. “Entonces digo ‘a tomar por culo’”, sentenció. ¡Y con razón! A veces, lo mejor es cortar de raíz antes de que la cosa se complique aún más.

La situación llegó a un punto en el que Óscar se estaba acercando demasiado a Ruvens para ayudarle a ponerse el arnés, y eso fue la gota que colmó el vaso. Ruvens le dijo con toda la educación que le quedaba: “Me lo pongo yo solo”. Si es que el pobre chico ya no sabía ni cómo marcar más distancia.

Ruvens lo tiene claro: “Si se va, no me va a dar pena”

Y para rematar, Ruvens dejó bien claro lo que piensa de una posible expulsión de Óscar. Si el chico se va, no le va a dar ni la más mínima pena. “Yo soy muy abierto de mente, el problema no es mío, es suyo”, afirmó. Y es que Ruvens no está dispuesto a cargar con el peso emocional de esta situación. Óscar ha intentado crear una historia que, para él, simplemente no existe. Así que, si se va a la calle, Ruvens no derramará ni una lágrima.