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Reconciliación imposible entre Vanessa y su hijo Alejandro: nada de saludos ni abrazos

La relación entre Vanessa Bouza, la gallega más polémica de Gran Hermano 2024, y su hijo Alejandro ha pasado por todas las estaciones, pero parece haberse congelado en el invierno más helado. Tras dos años sin verse, Vanessa intentó un reencuentro con su hijo en el programa ¡De viernes!, transmitido por Telecinco. Lo que podría haber sido una reconciliación entre madre e hijo terminó siendo un enfrentamiento más de los muchos en los que ha estado involucrada la cantante de orquesta, esta vez con reproches en directo y miradas de hielo.

Un reencuentro que destapó rencores

Vanessa llegó al programa con la esperanza de acercarse a su hijo, pero, desde el minuto uno, la tensión era palpable. Sin mediar saludo, ni siquiera un abrazo, Alejandro se mostró implacable y sin intención de suavizar las cosas. Para él, este reencuentro no era más que otra oportunidad para expresar lo que lleva guardando desde hace años. Como era de esperarse, los reproches no se hicieron esperar.

Vanessa y su hijo Alejandro
Vanessa y su hijo Alejandro

Alejandro no se guardó nada: “Me sentí abandonado por mi madre,” declaró con firmeza. Con estas palabras, el joven expuso una infancia difícil y un resentimiento latente. En su relato, dejó claro que su madre se fue involucrando más y más en el mundo de la música y la orquesta, ausentándose cada vez más de casa y, según él, de su rol de madre. “No la eché de menos porque no sabía quién era”, sentenció Alejandro, dejando claro que para él, su madre fue una figura casi inexistente en su vida.

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Vanessa: el otro lado de la historia

Mientras Alejandro exponía sus quejas, Vanessa escuchaba con expresión de dolor, interrumpiéndole con gestos de negación y desmintiendo sus palabras. Desde su perspectiva, todo fue muy diferente: el verdadero problema, según ella, empezó cuando Alejandro entró en la adolescencia y “cambió radicalmente.” Vanessa contó que su hijo tenía “adicción a la tecnología” y que ese fue uno de los mayores focos de conflicto entre ellos.

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Además, en uno de los momentos más controvertidos del encuentro, Vanessa confesó que había tenido que tomar medidas legales contra su hijo, debido a situaciones que consideraba intolerables en casa. “Hay situaciones que no se pueden tolerar en una casa, muy complicadas,” explicó, refiriéndose a los conflictos que llegaron a un punto sin retorno.

Los reproches que no cesan

A pesar de los intentos de la presentadora Bea Archidona para buscar algún momento emotivo o de reconciliación, la conversación entre madre e hijo no hizo más que escalar en acritud. Alejandro, claramente molesto y sin intención de ocultarlo, acusó a su madre de hacerse “la víctima para rascar fama”, un comentario que encendió aún más el ambiente en el plató y generó el aplauso del público.

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Vanessa, por su parte, se quebró en lágrimas, lamentando la dureza de las palabras de su hijo. A pesar de su llanto, Alejandro no mostró ninguna compasión: “No me da pena ninguna. Está haciéndose la víctima como siempre hace.” Sus palabras sonaron como una sentencia definitiva, dejando claro que la reconciliación estaba, al menos de momento, fuera de su alcance.

Momentos de tensión máxima en el plató

Entre la incredulidad de la audiencia y la frustración de los presentadores, Patricia Pérez intentó calmar los ánimos abrazando a Alejandro en un gesto de consuelo. El intento de reconciliación no solo fracasó, sino que evidenció la profunda grieta que separa a madre e hijo, con dos versiones radicalmente opuestas de la misma historia.

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A pesar de que Vanessa intentó recordar momentos positivos de Alejandro en su infancia, describiendo cómo hacía “palpitar su corazón” en aquellos tiempos felices, el joven se mantuvo imperturbable, acusándola nuevamente de manipular la situación para ganar simpatía. La última escena fue reveladora: ambos abandonaron el programa por separado, sin un mínimo signo de tregua ni de paz.


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