Tras inaugurar sonriente y fuerte los actos con motivo de su jubileo, la reina ha alarmado a todo Reino Unido al ausentarse en la segunda jornada por «ciertas molestias»
El Reino Unido se ha vestido de gala para celebrar los 70 años de reinado de Isabel II (96), unos festejos que han durado cuatro días, aunque no han sido todo lo felices que se esperaba por la ausencia de la protagonista en varios de los actos más importantes, como el servicio de Acción de Gracias que se celebró en la catedral de San Pablo, en Londres, y la recepción posterior.
Una ausencia que el palacio de Buckingham comunicó tras el desfile Trooping the Colour, asegurando que la monarca había experimentado «ciertas molestias» durante las celebraciones «Teniendo en cuenta el viaje y la actividad requerida, Su Majestad, con gran renuencia, ha llegado a la conclusión de que no asistirá».
ANIMADA Y EMOCIONADA
Sin duda, un anuncio que ha alarmado a todo el país, puesto que la salud de Isabel II se ha resentido en los últimos tiempos. Aunque lo cierto es que durante las celebraciones de la primera jornada, la reina se mostró muy sonriente e incluso emocionada, viendo desfilar a su familia, 1400 militares, 200 caballos y casi medio millar de músicos. Y, pese a que no pudo asistir a la parada militar de la guardia a caballo por sus más que evidentes problemas de movilidad, nada hacía pensar que su salud estuviera tan debilitada.
En el balcón, y como toda una declaración de intenciones, Isabel II estuvo acompañada de Carlos (73) y Camila (74), su nieto Guillermo (39) y Kate (40) y los hijos de estos. También acudieron Harry (37) y Meghan (40), pero no comparecieron en público, aunque si lo hicieron al día siguiente en la liturgia en la catedral. Al cierre de esta edición, no se conocen más datos sobre el estado de la soberana.
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