Si pensabas que ya lo habías oído todo sobre Maite Galdeano, te equivocabas. La siempre mediática exconcursante de reality shows, conocida por su carácter explosivo y sus frases icónicas, ha vuelto a captar la atención pública con un relato estremecedor: la desaparición de dos de sus hermanos, bajo circunstancias que ella y su familia consideran turbias.
María Pui: La hermana “robada” que pudo sobrevivir
Todo comenzó cuando la madre de Maite, Rosi, le confesó una desgarradora verdad mientras veían una película en la que se relataba el robo de niños. Según el relato de Rosi, su primera hija, María Pui, nació sana, robusta y perfecta. “Era una niña de cuatro kilos y pico, con los ojos bien abiertos”, recordaba Maite emocionada.
Sin embargo, lo que debía ser un momento de felicidad pronto se convirtió en tragedia. Después de dar a luz, Rosi fue informada por una monja del hospital de que la bebé había empeorado. Al día siguiente, le dieron la peor noticia: María había muerto. Pero aquí es donde comienza el misterio. Según Maite, nunca le mostraron el cuerpo del bebé.
La familia está convencida de que la niña no murió. “Pensamos que mi abuela, que era monja, pudo darla a su hija para que la vendiera”, explica Maite. Según esta teoría, María estaría viva y residiendo en Zaragoza. “Tendría unos 55 años”, comenta, dejando en el aire un enigma que la familia aún no ha resuelto.
Juan Andrés: La extraña muerte del segundo hermano
Un año después de perder a María, Rosi dio a luz a otro hijo, un niño llamado Juan Andrés. La alegría de este nacimiento tampoco duró mucho. Según Maite, Juan Andrés enfermó al poco tiempo de nacer y fue llevado al médico debido a un problema en el oído. Lo que sucedió después parece sacado de una novela negra:
- El médico anunció la muerte del bebé tras revisarlo.
- La causa oficial de la muerte fue cirrosis.
“¿Cómo un niño de un mes puede morir de cirrosis?”, se pregunta Maite, visiblemente afectada por esta tragedia familiar. Este diagnóstico, que no tiene lógica médica, ha llevado a la familia a sospechar de lo que realmente sucedió con Juan Andrés.
Una historia de dolor que persiste en el tiempo
El relato de Maite Galdeano no solo destapa un pasado familiar cargado de sufrimiento, sino que también pone en evidencia las prácticas oscuras que marcaron a una generación. Durante las décadas de los años 50 y 60, los casos de “bebés robados” en España no eran una rareza, especialmente en hospitales gestionados por órdenes religiosas. La madre de Maite siempre dudó de las explicaciones que le dieron sobre sus hijos, y esta desconfianza ha pasado a la siguiente generación.
Aunque no tienen pruebas concluyentes, Maite y su familia viven con la esperanza de encontrar a María Pui, quien podría haber crecido en Zaragoza sin saber su verdadera historia.
¿Qué dice Maite Galdeano sobre esta tragedia?
La siempre carismática Maite no se calla al hablar de estos dolorosos recuerdos. Con su estilo directo, afirma:
- “Nunca nos enseñaron el cuerpo de mi hermana, y eso nos hace pensar que está viva.”
- “Lo de Juan Andrés no tiene sentido. ¿Cirrosis? Eso es imposible para un bebé.”
Su narrativa no solo busca respuestas, sino también justicia para su madre, quien sufrió pérdidas que marcaron su vida.
El eco de un oscuro pasado
La historia de los hermanos desaparecidos de Maite Galdeano no es un caso aislado. Durante años, los escándalos de bebés robados en España han salido a la luz, revelando tramas de adopciones ilegales y ventas de recién nacidos a familias acomodadas. Este contexto histórico da credibilidad a las sospechas de la familia Galdeano y añade una capa aún más inquietante a este relato.
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