La tensa conversación de Vanessa y Javi

¡Atención! Aquí viene un dramón de ‘Gran Hermano’ que nos ha dejado con la boca abierta y muchas ganas de palomitas. Vanessa y Javi, que ya habían protagonizado uno de los reencuentros más incómodos y confusos del reality, han vuelto a ser el centro de atención tras mantener una tensa conversación a altas horas de la madrugada. Y es que, después de que Vanessa soltara la bomba de que había pedido un concursante italiano, parece que la tensión ha ido en aumento. Así que, agarraos fuerte porque esto viene con reproches, dramas y una pizca de “si quieres, me voy”, muy al estilo de nuestras novelas favoritas.

Un reencuentro nada idílico

Empecemos por el principio. Vanessa, después de haber sido eliminada por la audiencia, tuvo la suerte (o la desgracia, según se mire) de reencontrarse con su marido en la casa secreta de ‘Gran Hermano’. Pero, en vez de abrazos eternos y besos apasionados, lo que hemos visto es una especie de funeral emocional. Vanessa, sin cortarse un pelo, le suelta a Javi que lo ve “insípido” y que parece que está en un entierro. ¡Toma ya! Y claro, como no podía ser de otra forma, la conversación escaló rápidamente.

“Te veo con una alegría en el cuerpo de la hostia”, le dice Vanessa, claramente molesta porque esperaba una reacción más efusiva de Javi. ¿Y qué hace Javi? Intentar apaciguar las cosas, aunque no con mucho éxito, porque el hombre parece estar metido en un callejón sin salida.

La actitud de Javi, ¿insufrible o incomprendida?

A lo largo de su intercambio de palabras (por no llamarlo pelea), Javi intenta mantenerse calmado y evitar el conflicto, diciéndole a Vanessa que tenga “un poco de cabeza”. Pero eso, en lugar de calmar las aguas, parece echarle más gasolina al fuego, porque Vanessa no se anda con chiquitas: “Es que en casa eres igual y te suda los cojones”. ¡Boom! No hay otra forma de describirlo. Las palabras de Vanessa son como dardos, directos al corazón de Javi.

Y claro, él tampoco se queda callado. En un momento de furia (aunque controlada), le suelta a Vanessa un “si no estás a gusto, si quieres me voy”. Y ahí, amigos, es cuando el drama alcanza su punto álgido. Porque Vanessa no tarda en devolverle el golpe con un “¿y si no querías venir, por qué viniste?”. Ya sabéis cómo va esto. Si alguien pensaba que esto terminaría en un abrazo reconciliador… nada más lejos de la realidad.

Vanessa estalla: “Estoy hasta los cojones de que seas así”

El drama sigue su curso y Vanessa, que parece tener un depósito infinito de quejas, no puede evitar soltar lo que lleva años (literalmente) acumulando. Le recrimina a Javi que ya le ha pedido mil veces que cambie y que está “hasta los cojones” de que siga siendo igual. Todo esto mientras Javi, pobre de él, intenta defenderse como puede, argumentando que no entiende por qué Vanessa está tan enfadada cuando él estaba tan feliz de verla.

¡Pero ojo! Porque aquí llega la mejor parte. Javi, que durante la semana pasada estuvo supuestamente hablando maravillas de Vanessa, no entiende por qué ahora que están juntos de nuevo, todo ha resultado ser un mar de conflictos. Vanessa, que no es tonta, le deja claro que si tan enamorado está, esas cosas se las tiene que decir a ella, no a los demás. ¡Vaya indirecta tan directa!

¿Crisis matrimonial o simple falta de comunicación?

Lo que está claro es que entre Vanessa y Javi hay algo más profundo que la simple tensión del reality. Vanessa está frustrada porque siente que Javi no ha cambiado, mientras que él se siente incomprendido porque pensaba que su reencuentro sería mucho más feliz. Y en medio de todo esto, están los concursantes, la audiencia y un montón de cámaras captando cada segundo de este culebrón.

¿Quién tiene razón aquí? Pues eso lo dejaremos en manos del público, que ya sabéis que en ‘Gran Hermano’, cualquier cosa puede pasar y las tornas pueden cambiar de un día para otro. Lo que está claro es que, de seguir así, este matrimonio va a necesitar algo más que una conversación a las cuatro de la mañana para arreglar sus diferencias.