Las palabras de un trabajador del club de tenis de Manolo Santana (82) en Marbella asegurando que el estado del ex tenista era “lamentable”, que “apenas puede hablar ni andar” y que hay que estar dandole de comer” hicieron saltar todas las alarmas sobre su salud.
Pocas horas después, el Mutua Madrid Open, campeonato del que es presidente honorífico, emitía un comunicado para desmentir tal gravedad y afirmaba que por temas relacionados con el torneo mantenían una constante comunicación con él -“la última esta misma tarde”, especificaban- y “no ha experimentado ningún cambio en su estado de salud”.
Además, desde esta entidad deportiva aseguraban que el exmarido de Mila Ximénez (68) seguía en activo desempeñando su cargo, destacando que ha sido y sigue siendo “el mejor embajador posible” del torneo, “ayudando a que siga creciendo año tras año”.
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